El recurso del Gobierno de Castilla-La Mancha presidido por la número dos del PP, María Dolores de Cospedal, contra el último desembalse del Tajo al Segura ha acabado con la tranquilidad de los regantes murcianos. El presidente del Sindicato Central del Acueducto Tajo-Segura, José Manuel Claver, que había recibido el triunfo de Cospedal en las elecciones autonómicas con la esperanza de que terminaría la batalla legal contra los envíos de Entrepeñas y Buendía a la Región, contestó ayer que «si la secretaria general del PP recurre los trasvases para abastecimiento, al suelo que vienen los nuestros».

Claver recordó que el PP obtuvo en las anteriores elecciones generales siete de los diez escaños en el Congreso de la Región, que es además la comunidad autónoma con mayor porcentaje de voto popular, por lo que no se explica la actitud de la número dos de Mariano Rajoy. «Es absolutamente necesario que el presidente del PP ponga orden», tras las des críticas a los trasvases que se han producido en el seno del PP desde que Rajoy admitió que renunciaba al Ebro. Añadió que «no nos vamos a quedar impasibles»

El recurso fue presentado el pasado 5 de septiembre contra la decisión de la Comisión Central de Explotación del Acueducto adoptada en julio, por la que se autorizaba un desembalse de 230 hectómetros cúbicos para riego y 63 para el suministro de los municipios a los que abastece el Taibilla. Fue interpuesto por la consejera de Fomento y presidenta de la Agencia del Agua del Ejecutivo manchego, Marta García de la Calzada. Con esta actuación, María Dolores de Cospedal retoma la batalla legal contra los trasvases del Tajo al Segura que inició el socialista José Bono cuando era presidente de Castilla-La Mancha y que después continuó su sucesor, José María Barreda. El Supremo llegó incluso a penalizar a Barreda por abusar de la ligitiosidad, dado que la gestión del agua es una competencia estatal. Claver considera «desolador» el panorama que se abre a partir de ahora y advirtió de que «el agua crea muchos puestos de trabajo, en un momento en que hemos llegado a los cinco millones de parados». Apuntó que «el recurso dice que no se cumple la regla de explotación porque se superan los 38 hectómetros mensuales, pero en realidad estamos por debajo de ese volumen y no hemos llegado ni a consumir todo el agua, sino que vamos pidiendo lo que necesitamos. Además, esa regla no es imperativa».