La Región podría recaudar anualmente cerca de 1.000 millones de euros adicionales, si consiguiera reducir en diez puntos la economía sumergida, que a finales de 2009 representaba el 24,3% del PIB regional, según informó ayer la organización de los subinspectores de Hacienda Gestha. Los técnicos de Hacienda proponen además una subida del Impuesto de Sociedades a las grandes empresas del 30 al 35%, lo que permitiría sumar otros 313 millones a la recaudación tributaria, y de los tipos impositivos aplicados a las sociedades de inversión conocidas como SICAV, que aportarían otros 41 millones.

Gestha, que está celebrando en Mallorca la undécima edición de su congreso nacional, pide a los partidos que «retomen el espíritu de los Pactos de la Moncloa tras el 20-N» para establecer un nuevo acuerdo fiscal capaz de reducir la economía sumergida en España en diez puntos. Propone también limitar el uso de dinero en efectivo impidiendo que las facturas de más de 1.000 euros pagadas en metálico sean deducibles en el IRPF, el Impuesto de Sociedades y el IVA.

La organización ha exigido además un seguimiento oficial de las personas y empresas que operen en los denominados paraísos fiscales, así como la elaboración de «estudios oficiales y detallados» sobre la economía sumergida, «tanto fiscal como laboral».

Las tres medidas que propone Gestha aportarían en Murcia más de 1.300 millones de euros, que suponen casi tercera parte del presupuesto de la Comunidad Autónoma para este año.

La rebaja de la economía sumergida en diez puntos aportaría a la Región 1.000 millones de euros , de los 38.577 que las arcas públicas sumarían en todo el Estado, según los cálculos de Gestha. A esta cifra se sumarían a los 313 que se obtendrían con la subida del Impuesto de Sociedades del 30% al 35% y a los 41 de las SICAV, cuya tributación está en el 18%.

En total, la recaudación regional aumentaría en 1.342 millones, mientras que en España se ingresarían 53.900 millones más. El presidente de Gestha, Carlos Cruzado, explicó que, «al igual que ocurrió en 1977 , cuando se aprobaron los Pactos de la Moncloa, los partidos deberían llegar a un acuerdo para perseguir el déficit fiscal y aumentar los ingresos para reducir el déficit nacional hasta el entorno del 1% del PIB». Cruzado añade que, con estas reformas, «no sólo se cumpliría con el objetivo de déficit previsto por el Gobierno para los dos próximos ejercicios, sino que reduciría también la presión de los mercados sobre la deuda pública española. Gestha defiende también la recuperación del Impuesto de Patrimonio y un IRPF más progresivo.