Abrió una empresa para tener un negocio «100% propio». A sus 27 años su franquicia cuenta hoy con más de 50 establecimientos repartidos por toda España, y no tiene intención de quedarse ahí.

Pedro Espinosa es el creador de Llaollao, una franquicia cuya especialidad es el yogurt helado, que el propio cliente personaliza añadiendo toppings y salsas.

Hace tres años decidió que la empresa era su vocación, y abandonó la multinacional para la que trabajaba en busca de un proyecto propio. La intención de este emprendedor empedernido cuando abrió el primer establecimiento hace dos años en Denia «fue la de crear una empresa 100% propia». El cuidado que Pedro puso en el diseño y formato del local dieron desde el principio la impresión de ser parte de una moderna franquicia de estilo europeo. Los inversores se dejaron seducir rápidamente por la propuesta.

Llaollao ha crecido por siete cada uno de sus dos años de vida y actualmente tiene más de 50 locales repartidos por España. Desde Gerona, pasando por toda la costa mediterránea hasta Cádiz, en Baleares y en algunas zonas del centro y el norte de la península como el País Vasco, podemos encontrar la marca Llaollao, cuyo producto se diseña y distribuye desde Murcia.

Las cifras que baraja para este año prevén una facturación de 18 millones de euros y 500 puestos de trabajo creados.

«La clave yo creo que no es una sino varias», dice Espinosa, entre ellas «encontrar un hueco en el mercado español, con un producto diferente al helado y bien diferenciado, una buena relación calidad-precio, una imagen atractiva» y, sobre todo, el sabor de un producto para todas las edades.

Y funciona. A sus 27 años, su apuesta por un producto ‘made in Murcia’ que combina placer y salud, ha convencido también fuera de nuestras fronteras. Este mes abrirá sus primeras tiendas en Portugal y Marruecos, comenzando la internacionalización de la empresa.