A Ramón Luis Valcárcel, presidente de la Comunidad Autónoma de Murcia, le molesta que se diga que para él ganar elecciones, superar los debates de investidura y tomar posesión es como una rutina. «Servir a la Región de Murcia es uno de los más altos privilegios, un regalo que te hace la vida. Nunca es una rutina y nunca falta la ilusión, porque el compromiso se refuerza año tras año, día tras día y legislatura tras legislatura», señaló el presidente en el breve discurso que siguió al acto de jura del cargo.

Arropado por su mujer, Charo Cruz, sus hijos, su madre y sus hermanos, Valcárcel renovó su cargo en un sencillo y solemne acto celebrado en el claustro del Palacio de San Esteban. El presidente de la Asamblea Regional, Francisco Celdrán, leyó el Real Decreto firmado por el rey Juan Carlos I por el que se nombra a Valcárcel presidente de la Comunidad Autónoma. Luego, el designado subió al estrado para jurar, como buen

católico, y por quinta vez, el cargo que ocupa desde el verano de 1995.

La toma de posesión fue lo más murciana posible. No hubo ningún representante del PP nacional porque Valcárcel quería que fuera un acto murciano. «Si se llena esto de cargos del PP, no pueden venir los murcianos. Y eso sí que no».

Pese a su sencillez, la jura del cargo contó con lo más selecto de la sociedad murciana, como los presidentes de Cajamurcia, Carlos Egea, y de CAM en Murcia, Ángel Martínez, así como el presidente de CROEM, Miguel del Toro, el secretario regional de UGT, Antonio Jiménez. Ausencias destacadas fueron las de Daniel Bueno, líder de CC OO en la Región, y de José Antonio Pujante, diputado de IU, a quien más de uno esperaba con camiseta reivindicativa.

Asistieron los consejeros, los que se van y los que se quedan, del Ejecutivo regional. Todas las miradas se centraban en María Pedro Reverte, hasta hoy consejera de Presidencia, quien se ha tomado bien el cese y solo piensa ahora en despedirse como Dios manda de los periodistas que, durante tres años, han cubierto las ruedas de prensa posteriores a los Consejos de Gobierno. Ahora los informadores se las verán con José Ballesta, a quien el director general de Comunicación, Miguel Ángel Pérez, le avanzó que debutaría hoy.

Muchos se despedían también de Joaquín Bascuñana, que cambia el Gobierno por el Senado, y que afirmaba que solo tenía palabras de agradecimiento «por haber estado diez años sirviendo a los murcianos en el Ejecutivo regional. Pocos pueden presumir de esto».

Muy contento estaba Manuel Campos, quien hoy será consejero de Presidencia e Interior, que saludó muy atentamente al ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, –representante del Gobierno central en la toma de posesión– por mediación del delegado del Gobierno, Rafael González Tovar.

El Grupo Parlamentario Socialista estuvo muy bien representado por Begoña García Retegui, Francisco Oñate, Jesús Navarro, Manuel Soler, Mari Carmen Moreno y Joaquín López. Este último intercambió su número de teléfono con José Antonio Ruiz Vivo, portavoz adjunto del PP, y ambos bromearon sobre el tropezón del socialista cuando tomó posesión en la Asamblea Regional y sobre las llamativas camisas que el diputado popular lució en las dos sesiones del Debate de Investidura.

El Grupo Parlamentario Popular asistió casi al completo para arropar al ´jefe´, así como los expresidentes Carlos Collado, Antonio Pérez-Crespo y María Antonia Martínez. Mucho ha llovido, pese a que Murcia es una región seca, desde que San Esteban se vistió de gala para recibir a alguien distinto a Ramón Luis Valcárcel Siso.