Un informe del Grupo de Crecimiento Inteligente de la consultora Price Waterhouse (PwC), que lidera el exministro socialista valenciano Jordi Sevilla, ha dejado fuera a Murcia y Alicante del futuro Corredor Mediterráneo para activar el tráfico de mercancías entre España y Francia, sobre el que ha de pronunciarse Fomento y Bruselas en otoño. El estudio apuesta por un conjunto de redes que llevarían las mercancías ferroviarias desde Andalucía hasta Francia por Hendaya y Perpignan, colocando como ejes centrales Madrid y Valencia, ciudad esta última, donde llegarían los trenes desde Albacete vía Alcázar de San Juan, desde donde continuarían hacia Castellón, Tarragona, Barcelona y Perpignan. El estudio destaca, en este sentido, la importancia del puerto de Valencia.

La otra opción planteada en el trabajo de investigación llevaría los trenes desde Andalucía a Alcázar de San Juan y desde ahí a Madrid y Zaragoza, desde donde se podría optar por continuar hacia el País Vasco y Hendaya o, incluso, tomar el corredor hacia Barcelona. Murcia y Alicante y quedan fuera en todas las opciones, según refleja el informe al que tuvo ayer acceso este periódico.

El trabajo de campo señala que teniendo en cuenta las características operativas y económicas del ferrocarril, su mercado objetivo se concentra en las distancias superiores a los 350 y 400 kilómetros y podría superar un volumen de negocio de 10.000 millones de euros al año. El Grupo de Crecimiento Inteligente apuesta, en este sentido, por aprovechar corredores que queden liberados por la red de Alta Velocidad y, curiosamente, vuelve a conceder protagonismo a la localidad castellano-manchega de Alcázar de San Juan. Los técnicos insisten en que el escenario con los nuevos corredores ferroviarios de mercancías debe estar resuelto en 2020.

El Consell ya denunció hace un año que la primera fase del proyecto del Ministerio de Fomento para modernizar el Corredor Mediterráneo desde Barcelona a Algeciras se quedaba en La Encina (Villena) y no preveía continuar hasta Alicante y Murcia hasta 2020, cuando el tráfico de mercancías lleve ya colapsado cinco años.

Lo cierto es que la modernización del eje ferroviario Murcia-Alicante-Barcelona lleva esperando un proyecto concreto desde la reunión del 8 de enero de 2001 en Murcia, donde bajo la presidencia del entonces ministro del PP Álvarez Cascos se dio vía libre al AVE entre Madrid y la Comunidad Valenciana y también al Corredor Mediterráneo. Diez años después sólo está en obras el tramo Vandellós-Barcelona y en redacción el estudio informativo del tramo Castellón-Tarragona.

Un tramo de 190 kilómetros que actualmente sólo tiene una vía en cada sentido por las que deben circular todo tipo de trenes. Ahora mismo soporta una presión de 80 trenes diarios. El hecho de que la primera fase de la remodelación del trazado se quedara en La Encina, ya dejó sin posibilidad de activar un buen sistema de transporte ferroviario de mercancías desde Alicante y Murcia. El tramo Alicante-La Encina lleva prácticamente desde que se puso en marcha con una sola vía en cada sentido.