El expresidente de la Comunidad Autónoma y exsecretario general del PSRM-PSOE Carlos Collado culpa a sus sucesores, María Antonia Martínez y Ramón Ortiz, y a otros dirigentes históricos del desencadenamiento de la crisis interna que ha causado una derrota electoral tras otra a los socialistas murcianos desde que él fue desbancado por sus compañeros en 1994 y tuvo que dimitir. Collado considera que los promotores de la operación, entre los que citó también a José Plana, Enrique Amat y Alfonso Navarro, «tienen una deuda pendiente con el partido», por lo que considera que «el PSRM debe tomar medidas para cobrarse esa deuda».

Al preguntarle por qué no incluye en la lista al exalcalde de Lorca Miguel Navarro, que llegó a pedir disculpas por las denuncias contra Collado y que ahora está imputado en el caso Limusa, el expresidente respondió que «bastante tiene ya con lo suyo».

Carlos Collado dimitió como presidente del Gobierno regional tras una investigación judicial sobre presuntas irregularidades en la compra de

los terrenos destinados a la instalación de la multinacional General Electric –ahora Sabic–, que acabó siendo archivada.

Diecisiete años después de ser relevado por María Antonia Martínez, admite que la crisis económica y el desgaste de Rodríguez Zapatero han podido pesar también en el fracaso del 22-M, pero se muestra convencido de que desde que él se vio obligado a renunciar, «no sé cuántos secretarios generales han podido pasar, pero nadie ha sido capaz de poner un poco de orden». A su juicio, «quien diga que hay que pasar página se equivoca. Si te saltas una página, no sabes de qué va la historia. No te enteras de la secuencia y se te queda un vacío inexplicable».

Considera «disparatadas» las medidas adoptadas por los dirigentes de su partido entre 1993 y 1994 y se lamenta de que «la mayoría sigue ahí dirigiendo el cotarro. Los que han sido culpables tienen que pagar. El partido tiene la obligación de cobrar esa deuda. Yo no soy nadie para tomar represalias, el partido tendrá que hacerlo. Tendrá que reconocerse el hecho, porque es histórico». Para superar la situación, apuesta por dar paso a militantes jóvenes, acompañados por gente con experiencia.