­La plataforma Democracia Real Ya logró congregar ayer a varias miles de personas que recorrieron las calles del centro de Murcia en una

manifestación, que se celebró a escala nacional, para reivindicar la acción ciudadana y una democracia participativa.

Bajo un cielo que amenazaba con lluvia, los manifestantes iniciaron su marcha con una pancarta escrita con el lema 'No somos mercancía en manos de políticos y banqueros' y junto a ella, otra en la que se solidarizaban con las víctimas del terremoto de Lorca.

Las banderas y los colores de los partidos políticos y sindicatos brillaron por su ausencia, ya que la plataforma se define como un movimiento apartidista. Ciudadanos en paro, trabajadores de todos los sectores profesionales, jubilados, estudiantes y personas de diversa ideología política tomaron la calle, partiendo desde el jardín de Floridablanca hasta la sede del Banco de España.

Clamando: «Banca financiada, familia desahuciada», la cabeza de la marcha llegó al puente Pasarela, próximo al edificio de la Delegación del Gobierno, mientras los últimos de la cola comenzaban su marcha en la iglesia del Carmen al grito de «sobran ladrones, falta dinero».

´¿A nosotros quién nos rescata?´ es la cuestión que se planteaba en los carteles que portaban miembros de la plataforma de Afectados por la Hipoteca.

A una semana de las elecciones autonómicas y locales, los manifestantes también plantearon un cambio en la ley electoral. «Vivimos en una dictadura renovable cada cuatro años como resultado del bipartidismo y de una ley electoral injusta», aseguró uno de los manifestantes.

La marcha culminó en la Gran Vía, donde se realizaron diferentes actividades como una pequeña representación teatral sobre la situación económica actual.

Además de la manifestación, durante este fin de semana más de cincuenta integrantes del movimiento permanecieron en el 'Campamento de la Precariedad', que se instaló en el jardín de Floridablanca para dar a conocer sus propuestas tales como la abolición de los paraísos fiscales o los servicios públicos de calidad.