Unos 70 padres de alumnos se reunieron ayer ante la puerta de la consejería de Educación para protestar por la política de recortes de la Comunidad en el sistema educativo regional.

La concentración, organizada por la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de la Región de Murcia Juan González (FAPA-RM), tenía además como propósito presentar en la Consejería las cerca de 21.000 firmas recogidas en toda la Región –tanto en la calle como en alrededor de 130 centros educativos de Primaria y Secundaria– para apoyar sus reivindicaciones.

«Queremos dejar claro que los padres no aceptamos estos recortes», indicó la presidenta de la FAPA-RM, Francisca López. «Estamos preocupados por la calidad de la educación que reciben nuestros hijos, y cualquier recorte influye negativamente en ello».

La FAPA-RM critica principalmente la retirada del Bonolibro a partir del próximo curso escolar, «un programa que ya de por sí era incompleto, pero que ahora además eliminan sin proponer ninguna alternativa». Entre las medidas propuestas por la Federación se encuentra un sistema de préstamo de libros como el que tienen algunos municipios y otras comunidades autónomas.

También denuncian la disminución de los presupuestos de funcionamiento de los centros, que han sufrido «recortes que oscilan entre el 15 y el 30%», así como el impago de las subvenciones comprometidas a las AMPA, el retraso en los pagos del comedor y la «situación indeseable» producida por el «mal estado de las infraestructuras de los centros». «Se planearon obras necesarias de mejora y mantenimiento que no se están llevando a cabo», desveló la presidenta.

La Federación también se opone, entre otras cosas, a la Ley de Medidas Extraordinarias aprobada en enero, que consideran que perjudica las condiciones de trabajo del profesorado. «Ya se han producido algunos casos de retrasos al cubrir bajas», explicó López, «pero sospechamos que esta situación irá a peor, que habrá modificaciones de plantilla y se reducirá el número de refuerzos».

La FAPA-RM se reunió el pasado lunes con el consejero de Educación, Constantino Sotoca, para trasladarle estas quejas, pero «no sirvió para nada», según afirmó Enrique Ayuso, miembro de la junta directiva de la Federación. «El consejero no reconoció que hubiese ningún problema, y se negó a poner en marcha ninguna medida para evitar que se produzcan más recortes».

«Esperamos que la situación mejore después de las elecciones», reconoció Francisca López, «aunque tendremos que valorar lo que ocurre cuando se forme el nuevo gobierno. Nosotros les hemos hecho llegar nuestras propuestas de mejora a todos los grupos políticos, y muchos las han incorporado en mayor o menor medida en su programa».

Por el momento solo desean que esta recogida masiva de firmas les ayude «a que la calidad de la educación no se vea perjudicada». Para darle otro empujón, se unirán a la manifestación en defensa de los servicios públicos que preparan los sindicatos para el 17 de mayo, que partirá de la plaza de la Fuensanta a las 20 horas.