Los europeos vivimos cada vez más y envejecemos en mejores condiciones, es decir, sin enfermedades que nos provoquen algún tipo de discapacidad. De manera que, a la hora de la jubilación, son muchos los que deciden emigrar a otros países en busca de un retiro dorado frente al mar. Uno de los destinos más demandados es España y, entre sus costas, la murciana que acoge en la actualidad a un elevado porcentaje de jubilados europeos, hasta el punto de que ya se nos conoce como ´el asilo de Europa´.

Pero el aumento de la esperanza de vida también abre la puerta a otras oportunidades de negocio para el sector turístico español, que pasan por la creación de complejos residenciales para mayores, una alternativa de lujo a las tradicionales residencias de ancianos. Así lo indica el último análisis realizado por la consultora Irea, que recoge uno de los boletines de Cajamadrid, que califica este tipo de centros o senior resorts como «un producto con un gran potencial» de desarrollo para los próximos años.

El potencial es mayor si tenemos en cuenta que en España la oferta de estos resorts es aún muy escasa y se localiza casi exclusivamente en la Costa del Sol y la Costa Blanca. Se trata, no obstante, de proyectos en desarrollo, por lo que la oferta aún no se ha concretado.

Lo que hace aún más interesante esta propuesta de negocio es el hecho de que España tiene aún un importante déficit de residencias para la Tercera Edad, sobre todo en las zonas de costa, en las que este tipo de centros podrían adquirir un tinte, no solo asistencial, sino también vacacional. Es decir, residencias temporales para jubilados que quieran pasar unos meses en la costa con todo tipo de atenciones.

El perfil del cliente de estos complejos turísticos es el de un mayor de 55 años sin discapacidad grave y abiertos a una demanda tanto nacional como extranjera, aunque dada la ubicación de los desarrollos y el alto poder adquisitivo de la demanda extranjera, es esta última el principal objetivo.

El modelo de senior resorts ya está implantado en otros países como Estados Unidos, aunque en España aún se encuentra en fase embrionaria. En Murcia, de hecho, aún no existe ningún proyecto de estas características, pese al potencial de nuestras costas.

Este tipo de complejos está formado por viviendas individuales (apartamentos, bungalows o villas) construidas alrededor de un edificio central que alberga servicios médicos (consultorios, balnearios, etc...) y asistenciales, de restauración y de ocio, rodeados de amplias zonas verdes.

Los clientes de estos complejos tienen la opción de comprar o alquilar las viviendas y acceder a todos los servicios comunes. La opción del alquiler abre la puerta, asimismo, a otras fórmulas de arrendamiento como el alquiler vitalicio, que supone el uso continuado de la vivienda pero sin acceder a su propiedad.

Las posibilidades de negocio son muchas y Murcia es aún un filón por explotar.