Tensa y acalorada. Así fue la reunión que se celebró el pasado lunes por la noche en el Colegio de Farmacéuticos de Murcia y a la que asistieron más de 350 titulares de oficinas de farmacia de la Comunidad. El motivo que provocó esta asistencia masiva a la asamblea general extraordinaria fue el debate sobre el cambio del modelo de facturación y la posible amenaza de impago por parte de la Comunidad, ya que está pendiente si se podrá hacer o no el pago de este mes, según explicaron fuentes del Colegio a esta redacción.

Esta situación ha provocado inquietud entre estos profesionales, quienes ven peligrar su medio de vida, tal y como expusieron en el encuentro del lunes. Los farmacéuticos murcianos esperan cada mes el día 20, fecha establecida para que la Administración sanitaria pague a mes vencido a los boticarios el coste de los medicamentos que han dispensado a través de recetas. Sin embargo, la tónica general de los últimos años es que se produzcan de forma puntual retrasos e impagos que las 561 oficinas de farmacia de la Región dicen no poder soportar más.

En la asamblea se vivieron momentos tensos, algo normal cuando se está pendiente del pago, indicó a LA OPINIÓN uno de los asistentes, quien afirmó que nunca había asistido a una reunión tan multitudinaria, «no cabía un alfiler en el salón de actos y muchos de nosotros nos quedamos de pie». Así, subrayó que el presidente del Colegio de Farmacéuticos, Prudencio Rosique, les informó de que había algunos problemas para hacer frente a los pagos, y ahí fue cuando comenzaron a producirse intervenciones de afectados que se fueron ‘calentando’.

Este farmacéutico destacó que algunas compañeras no pudieron contener las lágrimas y explicaban que sin cobrar no podrían hacer frente a sus hipotecas y gastos del local, mientras que otros asistentes plantearon pasar a la acción y tomar medidas. Entre las opciones que se debatieron estuvo la de informar a los propios clientes de la situación que están atravesando, el no aceptar las recetas cuando las presenten los pacientes e, incluso, la convocatoria de una huelga en el sector. «En este punto fue cuando el presidente intervino muy bien e intentó tranquilizar a los asistentes, explicando que las decisiones hay que tomarlas en frío y que primero habría que intentar negociar».

En la asamblea extraordinaria se decidió dar un margen para que el Colegio y la Administración sigan negociando y han convocado un nuevo encuentro para el 28 de abril en el que se decidirá qué medidas se adoptan en función de lo que haya sucedido.

Desde el Colegio de Farmacéuticos de la Región quisieron dejar claro que «nosotros no somos ni el problema ni la solución, sólo intermediarios que dispensamos los medicamentos, pero las oficinas de farmacia no resistirán un nuevo impago ni una semana, ya que los últimos decretos los han destrozado». Aunque la cantidad no es igual en cada ocasión, la Comunidad abona cada mes unos 30 millones de euros a los boticarios por los fármacos que han dispensado, dinero que ellos han tenido que desembolsar primero.

Hasta ahora los farmacéuticos han ido cobrando a través de entidades financieras, ya que Sanidad suspendió los pagos a las farmacias en octubre de 2010 hasta que comenzara el nuevo año, al no disponer de líquido para hacerles frente. Sin embargo, 2011 arrancó y el Servicio Murciano de Salud (SMS) también tuvo que atrasar el pago del primer mes por una cuestión de tesorería, ya que la consejería de Economía y Hacienda no había dado aún vía libre a los pagos.

Negociaciones in extremis

Pese a todo, la Comunidad no mantiene en la actualidad ninguna deuda con los farmacéuticos porque, aunque con retrasos, ha ido pagando y también desembolsó los 114 millones de euros que les debía por las recetas de los últimos tres meses de 2010. Desde la consejería de Sanidad y Consumo de Murcia indicaron ayer que se está negociando la forma de pago y se están celebrando reuniones entre las dos partes para llegar a un acuerdo, y aunque negaran que hubiera problemas para pagar indicaron que «puede haber algún retraso».