Ante las sucesivas manifestaciones convocadas por las Organizaciones Sindicales en el sector público, consecuencia de las excepcionales medidas de ajuste adoptadas por el Gobierno Regional y aprobadas por el Parlamento correspondiente, CROEM se ve en la necesidad de hacerse eco de la voz empresarial para expresar la preocupación que genera la tensión y crispación suscitada por efecto de las acciones que se vienen realizando, incluida la agresividad hacia políticos representativos de la Región de Murcia. Acciones que han de ser rechazadas y condenadas por no deseables ante la falta de respeto que supone para quien ejerce responsabilidades de gobierno. Podrá exigírsele otras decisiones, pero nunca coaccionando con el insulto y el ataque hacia personas y familiares.

En todo caso, es necesario hacer constar lo que sigue, partiendo siempre del respeto pleno al derecho que asiste a convocantes y asistentes a las manifestaciones en defensa de sus legítimos y justos intereses, tanto política como jurídicamente:

1º.- Las excepcionales medidas de ajuste que recoge la Ley regional hay que calificarlas de inevitables y necesarias, por incómodas e impopulares que sean, y no significan otra cosa que complemento a las ya acordadas por el Gobierno de la Nación, que no tuvieron la respuesta social (de funcionarios públicos) que ahora se está dando a nivel de Comunidad Autónoma. De otra parte, se trata de decisiones inducidas por el Estado por obligatorias para obtener autorización para asumir endeudamiento que permita pago a proveedores, prestación de servicios básicos y ejecución de inversiones imprescindibles. De no conseguirse la situación financiera originaría nuevos problemas en el cumplimiento de obligaciones, incluidos los del personal de la Administración Regional.

Los Sindicatos representativos deben ponderar el hecho de que el colectivo sufre ajustes salariales o de modificación de las relaciones laborales –que indudablemente no gustan a nadie-, pero también han de considerar que hasta ahora el coste de la grave crisis económica la ha pagado el sector privado porque el paro registrado o de EPA (más de 90.000 desde finales de 2007 ó superados los 100.000, si consultamos EPA) solo se ha dado en empresas, con más de 10.000 cerradas, además de 14.000 autónomos en el periodo 2008/2010, en tanto que el número de funcionarios en el ámbito regional se incrementó, según EPA, en 11.000 y alcanzó los 89.000 al finalizar la anualidad. Un contraste considerable que obligaría a formular otras consideraciones.

2º.- La actual reacción social provoca más desconfianza, incertidumbre e inseguridad y atenta al interés general, además de provocar que se alargue el periodo de recuperación. Más rentable resultaría –incluso para dicho colectivo- abandonar la intransigencia para propiciar la apertura de diálogo y la consecución de un clima de serenidad desde el que poder resolver las situaciones injustas que hayan podido producirse. Más aún cuando se afirmó en el debate de la Asamblea Regional que tales medidas tenían carácter coyuntural, es decir, a corto-medio plazo, y los funcionarios podrán recuperar las ventajas y/o derechos antes reconocidos. Quizás si no se hubieran cometido errores (reducción de jornada, incremento de complementos, etc.) en 2007/2008, las medidas ahora adoptadas serían menos agresivas y llamativas.

Se está generando un clima de crispación social intolerable. No es posible admitir que en defensa de derechos e intereses se utilice la fuerza y la agresión grave a personas. Puede que los autores materiales de tales hechos sean una minoría descontrolada, pero es imposible ignorar que la convocatoria que se formaliza para boicotear actos de consejeros y otras manifestaciones generan un caldo de cultivo para que los violentos escuden sus acciones.

Quede claro que CROEM no concibe la violenta y grave agresión al Consejero de Cultura como inducida por políticos y/o Sindicatos. Supondría condenarse ellos mismos. Pero, una vez sucedida, se ha de adquirir conciencia de la tensión social originada y tratar de poner orden mediante el diálogo. En otro contexto, es imposible trabajar y superar los problemas.

3º.- La opinión pública requiere conocer el daño que realmente originan tales medidas. No quedarse solo en declaraciones generales para poder opinar en comparación a las consecuencias que están sufriendo otros colectivos y sobre la proporcionalidad o no de las reivindicaciones que se vienen realizando. Debe tenerse en cuenta que el proceso de crisis y de recuperación será lamentablemente más duradero de lo previsto y deseable, y que, en todo caso, requiere un esfuerzo común para superarlo. Especialmente si fuera preciso la adopción de nuevas medidas de austeridad, que no son descartables.

Por lo expuesto, CROEM hace nuevamente un llamamiento a la serenidad para poder abordar el grave problema suscitado y desde tal posición diseñar y asumir un Pacto regional que avale la política que deberá seguirse para un periodo tan complejo y difícil como el que se augura. Solo así se garantiza una convivencia pacífica y la consecución de un objetivo de progreso social y económico, que es el interés general que la sociedad exige defender.