­«José David es cabeza de turco». Así de claro lo tienen sus amigos, que ponen la mano en el fuego asegurando que el detenido estaba el pasado sábado por la tarde estudiando en su casa de Baños y Mendigo. «Han empezado a buscar por abajo, entre los ultras de la izquierda, pero mira cómo la Policía no le ha enseñado fotografías a Cruz de chicos de ultraderecha para que los identifique», denuncian estos jóvenes, que prefieren mantenerse en el anonimato, porque «tenemos miedo, nos sentimos acorralados por los medios de comunicación, por los cuerpos de seguridad y por los que gobiernan».

«Cuando el domingo le llamaron para decirle que la Policía estaba registrando su casa, él no sabía ni quién era el consejero de Cultura», indican los chicos. «No se preocupó ni por buscar un abogado», añaden.

En este sentido, esta redacción ha podido saber que, tras la detención, la familia del arrestado se puso en contacto con un prestigioso abogado penalista de Murcia, pero finalmente no contrataron sus servicios «por la falta de recursos económicos de la familia», según la versión de fuentes cercanas al caso.

Ante la posibilidad de que un letrado de oficio asista a José David, sus amigos se muestran tajantes: «Confiamos tanto en su inocencia que pagaremos de nuestro bolsillo a un abogado para que saque a Jose David de este lío en el que le han metido».

En relación al registro en el domicilio del detenido, los jóvenes argumentan que «la Policía ahora dice que la agresión no se produjo con un puño americano porque no han encontrado ninguno en casa de Jose David».

Es cierto que en los últimos días, en la versión emitida por instituciones oficiales han sustituido la hipótesis del empleo del puño americano por «objeto contundente. Apoyando esta sospecha, fuentes cercanas al caso indican que la agresión a Cruz pudo producirse con una cadena de hierro de gran grosor, como las que se usan para atar las motos.

Sus amigos mantienen que «la Policía anda desesperada buscando la manera de incriminar a José David porque no tienen pruebas, por eso agotan las 72 horas de detención preventiva, porque no tienen nada».

«Los agentes tienen fotos de todos nosotros, si no ha habido más detenciones no es porque no nos tengan controlados, es porque no tienen ni una sola prueba», destacan estos chicos.

«No todos somos sharperos»

Los amigos de José David mostraron su descontento porque «algunos periodistas intentan agruparnos bajo una misma denominación, y aquí cada uno tiene sus gustos, sólo compartimos nuestra oposición al racismo y al fascismo. Pero ni todos somos sharperos, ni todos éramos ultras del Ciudad de Murcia, que a mí ni siquiera me gusta el fútbol».

El joven concluyó que «no sé de dónde han sacado que le decimos ‘Joseda’, él es José David, un chico que sólo quiere terminar sus estudios y tener una vida normal».