­J. D. B. L., el joven detenido ayer por la Policía Nacional como presunto autor de la agresión al consejero de Cultura, Pedro Alberto Cruz, y que según las investigaciones policiales estaría vinculado a un grupo antisistema de extrema izquierda, ya fue sancionado en el año 2008 por un incidente en el campo de fútbol José Rico Pérez de Alicante.

Según pudo conocer esta redacción, el joven pertenece al grupo ultra Cityboys Hooligans, seguidores radicales del desaparecido club de fútbol Ciudad de Murcia, que más tarde fue vendido y pasó a denominarse Granada 74. Concretamente, el partido en el que se produjeron los incidentes fue un encuentro entre el Elche y el Granada 74 que se disputó en el mes de abril de 2008 en el campo del Hércules, en Alicante.

Fuentes de la investigación informaron de que, en aquella ocasión, J. D. B. fue sancionado con una multa de 3.001 euros por incumplir el artículo 69.3 de la Ley del Deporte. Según consta en el Boletín Oficial de la Provincia de Alicante del 25 de junio de 2008, el arrestado fue sancionado en aplicación del artículo 69.3 de la Ley del Deporte, que castiga la exhibición de símbolos violentos o racistas, armas y material pirotécnico en los espectáculos deportivos, así como la introducción de alcohol, drogas o envases de bebidas en este tipo de recintos. Además, el detenido se ha matriculado este curso en la Universidad de Murcia (UMU), donde comenzó a final de 2010 el grado de Relaciones Laborales y Recursos Humanos, estudios a los que accedió a través de las pruebas que se realizan para mayores de 25 años.

Dos amigas le esperaban

En la puerta de la Comisaría de la Policía Nacional de Murcia se vivieron ayer algunos momentos tensos a la espera de la entrada o salida de posibles detenidos relacionados con el incidente sufrido por el consejero de Cultura y Turismo, Pedro Alberto Cruz. A unos metros y sentadas en un banco observaban la estampa dos chicas, amigas del joven, que se apresuraron rápidamente a un coche de la Policía al ver movimiento entre los más de una decena de periodistas que aguardaban a la puerta de Comisaría, creyendo que su amigo llegaba en él, aunque no quisieron pronunciarse.