­En el mismo momento en que los manifestantes cubrían la Asamblea con una lluvia de huevos, impedían la entrada de miembros del consejo de Gobierno y de dirigentes del PP, como Salvador Marín o el alcalde de Lorca, Francisco Jódar (que se llevó algún golpe), al pleno y se enfrentaban con la Policía, que formó un cordón en torno al Parlamento, el presidente Valcárcel afirmaba en el hemiciclo no estar dispuesto a someterse «ante la presión callejera, ni ante agresiones a militantes del partido, ni ante la violencia», ni, sobre todo, «ante quienes cercan mi casa, escupen, tiran huevos e insultan a una de mis hijas. No, no me voy a someter».

Y es que los incidentes de la noche del miércoles en Murcia, preludio de los de ayer en Cartagena, fueron también objeto de debate durante el pleno de ayer en la Asamblea. De hecho, el portavoz popular, Juan Carlos Ruiz, preguntó en numerosas ocasiones a la portavoz socialista, Begoña García Retegui, por qué se encontraba entre las personas que acudieron el miércoles a protestar ante el domicilio particular de Valcárcel, a lo que la diputada contestó en al menos dos ocasiones acusando al popular de crear «insidias» y recordando que ella condenaba todo tipo de acto violento ( no negó explícitamente haber estado allí, pero sí lo negó a posteriori en un comunicado).

Pero lo más importante para Retegui no era el «intento de desviar la atención» del fondo del debate, de lo que culpó a los populares. Para la portavoz socialista, la Ley «es un atropello» con el que Valcárcel «ha dilapidado doce años de acuerdos con los sindicatos». Además, acusó al presidente de llamar «vagos» a los funcionarios (algo que después negó el presidente, aunque admitió que absentismo, «sí que hay»), tras lo que le recordó que él se comprometió a cumplir los límites de déficit establecidos por al Consejo de Política Fiscal y Financiera.

También criticó García Retegui el elevado número de «chiringuitos» (entes públicos, fundaciones y organizaciones similares) del Gobierno regional que «se han utilizado para colocar personas afines al PP». Ahí es, según García Retegui, donde se tendría que haber recortado. La portavoz socialista reclamó -sin éxito- a Valcárcel que retirara la Ley y negociase con partidos y sindicatos las medidas de ajuste. Por su parte, el portavoz de IU, José Antonio Pujante, reprochó tanto a socialistas como populares los recortes «a los derechos de los trabajadores» y les acusó de tener una «obsesión enfermiza» por el déficit. Las propuestas de IU supondrían aumentar los ingresos de la Comunidad mediante diversos impuestos, como uno que grave los depósitos bancarios, otro sobre grandes superficies comerciales, nuevos tipos del Impuesto de Sucesiones y Donaciones y un IRPF más progresivo. Según el portavoz de IU, estas medidas supondrían a la Comunidad unos ingresos de 46 millones de euros. Valcárcel, evidentemente, tampoco aceptó.