­Los agricultores temen que el tratado de Marruecos con la UE sentencie las hortalizas murcianas, mientras que ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, quien ayer ratificó el acuerdo del Consejo de Ministros de Agricultura con Rabat -que permite ampliar las exportaciones de tomate marroquí a Europa hasta las 285.000 toneladas-, aseguró que que habrá un seguimiento «exhaustivo» del cumplimiento del convenio y recordó que no entrará en vigor hasta al menos 2011.

«Si el Parlamento Europeo también aprueba (el acuerdo), España está dispuesta y comprometida con los agricultores para hacer un seguimiento y control exhaustivo del acuerdo», declaró la ministra en Bruselas. Recalcó que hay medidas «en marcha» para minimizar el impacto de este convenio en los cultivos españoles y puso como ejemplo un plan dotado con 200 millones de euros -con la inversión de las comunidades autónomas y el Gobierno central- para «mejorar tecnológicamente las condiciones» de los invernaderos y reducir sus costes.

El presidente regional, Ramón Luis Valcárcel, lamentó que el Gobierno de España votara a favor del Acuerdo y afirmó que la ministra «no ha estado a la altura de las circunstancias en defensa de los intereses del sector hortofrutícola español». Valcárcel no da «gran credibilidad» al compromiso de Rosa Aguilar y de Bruselas, porque, según él, «hasta el momento el tratado actual no se ha cumplido».

Coag no da por perdida la batalla y anunció que va a «intensificar las acciones de presión en el entorno del Parlamento Europeo para intentar que éste rechace el acuerdo». Además, pone en duda su legalidad al incluir territorios del Sáhara no reconocidos por la ONU. El presidente de Coag en la Región, Pedro Lencina, advirtió de que el acuerdo liberaliza la entrada de todo tipo de hortalizas y frutas marroquíes en Europa, lo que «arruinaría» a la agricultura murciana.

El secretario general de Asaja Murcia, Alfonso Gálvez Caravaca, calificó la ratificación del acuerdo de «muy lamentable», ya que «el aumento de las producciones de origen marroquí en los mercados comunitarios va a contribuir a llevar a la ruina al sector agrícola murciano sin remedio».

UPA considera que la competencia marroquí «condenará a desaparecer» a los cultivos liberalizados.

El comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, replicó a los agricultores españoles y trató de convencerlos de que el convenio «protege» a los productores comunitarios y de que existen medidas para «evitar efectos negativos» si el Parlamento lo ratifica. «No todo ocurre siempre en Bruselas», ironizó tras advertir de que «ya existen instrumentos para evitar riesgos por las importaciones no controladas».

El responsable de Agricultura del grupo socialista en la Asamblea Regional, Antonio Gil, recordó que el grupo popular tiene mayoría en el Parlamento Europeo. El diputado del PP Vicente Maeso le contestó que el socalista admite que «e l PSOE ni ha pintado ni pinta nada en la defensa del tomate murciano y español».

IU mostró su «desconfianza» sobre los mecanismos que controlan la entrada en la UE y auguró «el enterramiento» del sector del tomate.