La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, abogó ayer por alcanzar un acuerdo político que ponga «punto y final» a la confrontación por el agua y en el que se rechace «sacar rédito electoral» enfrentando a los territorios y a los pueblos por un bien necesario. Aguilar, en una entrevista en Los desayunos de TVE, recogida por Efe, reconoció que es «muy difícil» lograr un pacto, pero no por ello ha renunciado al objetivo de trabajar por «lo mejor» que, a su juicio, sería un acuerdo entre los partidos para renunciar a hacer política electoral con el tema del agua.

Para la ministra, este acuerdo sería un «paso previo indispensable para abrir desde el diálogo horizontes nuevos», y subrayó que todo esfuerzo por conseguirlo habrá merecido la pena. Respecto a la futura reforma de la Política Agrícola Común (PAC), Aguilar recordó que se está ante el inicio de la negociación y que hay mucho en juego, por lo que España tendrá un papel «muy activo» y «muy comprometido» con el sector, al que garantizó que puede estar «tranquilo» porque el Gobierno les va a defender. Aseguró que en el Ministerio afrontan este periodo con toda fortaleza y que están dispuestos a establecer todo el diálogo necesario en el marco de la Unión Europea «para que las cosas salgan bien» y el sector «siga jugando un papel estratégico, de primera magnitud, como en la actualidad».

Por otro lado, el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, señaló ayer que su postura en materia hídrica no es una pose «para fastidiar a terceros» sino «una apuesta por el desarrollo de esta tierra», y defendió que en esta Comunidad Autónoma también «se puede jugar al golf exactamente igual que en otros sitios». Durante su intervención en el Foro COPE que se celebró en el Centro Ars Natura de Cuenca, el responsable autonómico advirtió de que no es «un demagogo» y que también defiende que los recursos hídricos puedan potenciar infraestructuras turísticas y de ocio.

En este contexto, rechazó la etiqueta de «insolidario» por su postura sobre el trasvase Tajo-Segura y señaló que cree que «el agua de todos los ríos de España es de todos los españoles, pero es que los castellano-manchegos también somos españoles». La diferencia estriba –resaltó– en que hasta ahora la región no disponía de las infraestructuras básicas necesarias para aprovechar el agua, «pero actualmente estamos poniendo las bases para poder usar con garantías esos recursos». En esa línea, indicó que Castilla-La Mancha es, según el Instituto Nacional Estadística, la autonomía que más crecerá demográficamente hasta el año 2020 y que ese incremento poblacional requiere de disponer de suficientes recursos.

Por último, la portavoz del Partido Popular en Castilla-La Mancha, Carmen Riolobos, señaló ayer que la elaboración de una nueva Ley del Agua regional se debe a que el presidente de la Junta, José María Barreda, «tiene remordimientos por los errores que el PSOE ha cometido en materia del agua desde que gobierna en Castilla-La Mancha». La también senadora del PP por Toledo resaltó que «hay que recuperar» el Plan Hidrológico Nacional (PHN).