El Consejo del Agua de la Cuenca del Segura no logró ayer ponerse de acuerdo sobre el Esquema de Temas Importantes (ETI), el documento que servirá de base para el futuro Plan Hidrológico del Segura. Regantes, organizaciones agrarias y representantes de los gobiernos de la Región de Murcia, Andalucía, Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha (por razones distintas) emitieron su voto negativo al informe, principalmente por la cantidad de recursos procedentes de la desalinización que se incluyen en el ETI, que finalmente solo contó con el apoyo de los miembros de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) y otros representantes de la Administración del Estado. Los ecologistas se abstuvieron.

Los regantes y los representantes del Gobierno regional votaron en contra del Esquema de Temas Importantes porque propone cubrir con la desalinización el 40% del déficit de la Cuenca del Segura, es decir, que un total de 460 hectómetros de los más de 1.100 que se necesitan en el Segura procederían de la desalización. «Y esto no es creíble porque el agua desalinizada es demasiado cara para el regadío y, además, porque no hay energía suficiente para producir tal cantidad de recursos», según señalaron a este periódico algunos asistentes a la reunión del Consejo del Agua de la Cuenca.

Sin embargo, el informe del Consejo del Agua no es vinculante y el Esquema de Temas Importantes, que ha recibido las aportaciones de 460 asociaciones, continuará con su tramitación normal.

El consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá, indicó que la CHS debe retirar el Esquema de Temas Importantes y presentar uno nuevo

«ante el mayoritario rechazo de los usuarios de la Cuenca del Segura». Cerdá señaló también que el ETI, pese a considerar vitales los caudales del Tajo para la Cuenca, «contempla escenarios sin aportaciones algunas del Tajo-Segura, lo cual es inconcebible porque mientras esté vigente la ley del Trasvase se tienen que contemplar los 540 hectómetros cúbicos que por ley nos corresponden». El consejero murciano considera que el rechazo del ETI «muestra el rotundo fracaso de la política hídrica del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero».