«Murcia no puede dejarse llevar por los cantos de sirena de sectores exóticos como la nanotecnología porque la Región no es Finlandia». Esta es una de las conclusiones más significativas del estudio ´¿Hacia otra estructura productiva para la economía de la Región de Murcia?´, que fue encargado por el Consejo Económico y Social (CES) para saber cómo debe encauzarse el futuro de la economía regional. El informe realizado por Analistas Financieros Internacionales-Consultores de las Administraciones Públicas (AFI-CAP), que alcanza las 350 páginas, presenta el fracaso escolar y las carencias de la educación como «uno de los principales lastres que arrastra la economía murciana» y le impide seguir el modelo de desarrollo del país con los escolares mejor preparados de Europa.

La alternativa para acercar la renta de los murcianos a la media de los españoles es potenciar los sectores tradicionales «que han dado de comer en el pasado», como el agroalimentario o la tecnología del agua, abriendo nuevos campos, como «el turismo médico» ligado a las estancias de sol y playa y a otras actividades, como la cultura del «vino, la naturaleza y el agua». Como ejemplo de la apuesta por el turismo médico se alude al emblemático Medical Center de Houston (EE UU), «el mayor centro médico del mundo, con 45 instituciones médicas, que emplean a 65.000 personas, sin contar con los 85.000 empleos indirectos que generan».

El director del estudio, José Antonio Herce, que ayer presentó las conclusiones del trabajo en la sede del CES, explicó que el crecimiento de los años de bonanza, lejos de traducirse en un refuerzo del sistema educativo, produjo una fuga de jóvenes en edad de formarse, ante las facilidades para encontrar empleo que ofrecía la construcción. Ahora, cuando el ladrillo ha dejado sin trabajo y sin estudios a esta generación, Herce considera necesario establecer «programas de formación casi individualizados» para rescatarlos. Los autores del informe encargado por el CES, que también fueron los responsables del estudio de La Caixa presentado esta primavera en la Comunidad Autónoma, vuelven a insistir en la tesis de que en la Región, «hacen faltan más cerebros y menos brazos».

Además, «un 40% de los alumnos de Primaria y Secundaria tienen más edad de la que corresponde a su curso académico», lo que significa que cuatro de cada diez escolares van rezagados. Herce echa en falta que el Pacto por la Educación no incluyera entre sus objetivos «la reducción del fracaso escolar, la mejora del rendimiento académico o la flexibilización de la FP para hacerla más permeable al Bachillerato» y culpa a la «tolerancia social» del segundo puesto que ocupa Murcia en la lista de regiones con más fracaso escolar, precedida sólo por Baleares.

Esta es una de las razones por las que Herce ve difícil que Murcia pueda aspirar en este momento a seguir ejemplo de Finlandia, que ocupa el primer puesto en formación escolar. Su opinión es que, mientras se desarrollan empresas dedicadas «a la nanotecnología o la biotecnología, Murcia debe seguir creciendo sobre la base de sus sectores troncales». Entre estos últimos figuran, junto con el turismo y el sector agroalimentario, la logística y el transporte, la química, la energía e incluso la construcción.