La democracia española aprueba, pero sin nota. Y se acerca peligrosamente hacia el suspenso. Así se indica al menos en el 'Informe sobre la democracia en España 2010', realizado por los expertos del Laboratorio de la Fundación Alternativas, dirigida por el ex ministro socialista Juan Manuel Eguiagaray. El que también fuera delegado del Gobierno en la Región durante la etapa de Felipe González presentó el estudio en un acto celebrado en la noche del martes en el Hemiciclo de la Facultad de Letras, en el campus universitario de la Merced, y organizado por la Universidad de Murcia y el Club La Opinión.

El informe concede una nota de 5,8 a la democracia española, una calificación que sirve para aprobar, pero que refleja una preocupante tendencia a la baja con respecto a los informes de los últimos años (6,0 en 2009 y 6,2 en 2008). La crisis económica, la corrupción política, la crispación, la politización de las instituciones públicas y el propio funcionamiento de los partidos, más preocupados por la competición electoral que por los problemas de los ciudadanos, han provocado un distanciamiento de la clase política de la sociedad civil, que se vio con claridad en el debate abierto después de la intervención de los ponentes.

Para evaluar la democracia española, los expertos que han realizado el informe se han basado en cinco esferas (Ciudadanía, Representación política, Gobernabilidad, Sociedad civil e Internacional). Los participantes en la mesa redonda, además, analizaron diferentes aspectos que contribuyen a poner nota a la salud democrática. Así, Eguiagaray realizó una presentación global del informe y apostó por un gran pacto político para combatir la desafección ciudadana; Fernando Jiménez, profesor de la UMU, reflexionó sobre el peligro que supone la corrupción política para las instituciones democráticas; el director del Club La Opinión, Miguel López Bachero, cedió su papel de moderador al decano de la Facultad de Derecho, Faustino Cavas, y se sentó en la mesa de los ponentes para analizar el papel de los medios de comunicación en las comunidades autónomas; Jesús Ruiz-Huerta Carbonell, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, realizó un profundo análisis sobre las desigualdades existentes entre hombres y mujeres en España. Cerró el turno el más joven de los intervinientes, el politólogo Rubén Ruiz-Rufino, que evaluó la situación política actual y las posibilidades del Partido Popular de convertirse en alternativa de gobierno.

El turno de intervenciones fue muy fructífero y dejó claro el desapego de los ciudadanos con los políticos en los últimos años -tal y como indican las encuestas del CIS–. La democracia española no está mal, pero es manifiestamente mejorable.