Las precipitaciones registradas en la Región desde el pasado viernes han elevado el nivel del agua en el cauce del Segura, que la Confederación ha dejado desaguar al mar debido a los elevados niveles que tienen los pantanos este año. Las reservas embalsadas en uno de los ejercicios más lluviosos en casi medio siglo permitían mantener un caudal ecológico de entre 2,8 y 3 metros cúbicos por segundo a su paso por la ciudad de Murcia, pero los fuertes aguaceros de los últimos días han provocado una crecida del río a lo largo del fin de semana, que ha multiplicado por seis el caudal que circulaba bajo los puentes de la capital.

Las aportaciones que han recibido los embalses no resultan significativas, pero el nivel del agua ha llegado a subir hasta tres metros en la Vega Baja. En la ciudad de Murcia, la punta de la crecida se produjo el pasado sábado, con un caudal que llegó a alcanzar los 20 metros cúbicos por segundo.

En el casco urbano de Rojales (Alicante) llegaron a pasar 40 metros cúbicos por segundo.

Sin embargo, en la página web de la Confederación sólo se consigna «una leve subida» de las aportaciones. Los embalses de la cuenca almacenaban ayer 640 hectómetros cúbicos, lo que representa en torno al 59% de la capacidad total del Segura. De este cifra, 529 hectómetros cúbicos correspondían al río y 111 al Trasvase Tajo-Segura, según se indicaba en la página web del organismo de cuenca.

En estos momentos, el pantano con mayor capacidad de la cuenca, el Cenajo, que puede llegar a almacenar los 437 hectómetros cúbicos, tiene embalsados 322, lo que representa el 74%.

En agosto de 2009, los pantanos almacenaban 291 hectómetros cúbicos y casi un centenar pertenecían al Trasvase, lo que supone que la cuenca apenas llegaba al 18% de su capacidad, mientras que en este momento está al 50%.

El embalse de Fuensanta, que puede acoger 210 hectómetros cúbicos, tenía ayer 94,6 , el 45%.

El Camarillas, de apenas 36 hectómetros cúbicos de capacidad, está al 50%, si se excluyen los caudales del Trasvase.

En esta ocasión, no ha sido necesario soltar agua de los pantanos para evitar que puedan llegar a alcanzar unos niveles peligrosos si sigue lloviendo, tal como ocurrió con el temporal de la pasada primavera. No obstante, la Confederación ha pasado caudales del embalse de Camarillas a los de La Pedrera y Algeciras, en la provincia de Alicante.