Muchos murcianos desconocen que bajo el suelo que pisan en la capital de la Región existe un acuífero de más de 220 kilómetros cuadrados que almacena 1.500 hectómetros cúbicos de agua subterránea. Y que, durante el último periodo de sequía, esos recursos hídricos han sido utilizados gracias a los sondeos realizados por los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) para tratar de aprovechar hasta la última gota de agua en la única cuenca deficitaria de España, la del Segura.

Ahora que ha finalizado el periodo de sequía y que los embalses rebosan de agua, se ha demostrado que la apertura de pozos para extraer agua del acuífero subterráneo apenas ha afectado al mismo. El nivel freático ha subido considerablemente en los últimos meses en la capital murciana debido a que el gran pantano bajo tierra no ha perdido ni un metro cúbico de capacidad pese a las extracciones llevadas a cabo. «Y esto demuestra que la gestión llevada a cabo por la CHS durante el periodo de escasez, con la realización de numerosos sondeos y la apertura de pozos de sequía en los últimos cinco años, ha sido sostenible, porque el acuífero no ha perdido sus recursos y no se han cumplido las predicciones de algunos que decían que se iba a producir una sobreexplotación», afirma Francisco Turrión, técnico hidrogeólogo de la Comisaría de Aguas de la Confederación, dedicado en los últimos años a los trabajos obtención de aguas subterráneas por toda la cuenca.

A pesar de que durante cinco años se han estado sacando del acuífero alrededor de 60 millones de metros cúbicos al año, el agua se encuentra a escasos cinco metros de profundidad del suelo de la ciudad en zonas como Juan de Borbón, la Plaza Circular y el Jardín de la Pólvora, tal y como se explica en el cuadro anexo a esta información. La zona en la que el agua está más cercana a la tierra es la Ermita de San Antón y la pedanía de Los Dolores, donde se pueden obtener recursos excavando sólo tres metros. «Esto ocurre porque en el entorno urbano de Murcia el nivel freático es más bajo que en la zona de huerta, debido a la utilización de recursos para el riego de parques y jardines», explica el técnico Francisco Turrión.

El embalse subterráneo en la ciudad de Murcia está formado por varias capas: acuitardo (arcillas y limos), primer nivel de gravas, capa de arcilla y acuífero profundo, que es de donde se han obtenido los recursos para regadío tras la batería de sondeos llevada a cabo por la CHS.

El hecho de que el gran acuífero subterráneo no haya perdido capacidad tras estos años de continuas perforaciones permitirá al organismo de cuenca repetir la experiencia cuando se produzca una nueva etapa de sequía, que suelen ser cíclicas. Además, gracias a los avances técnicos, los expertos de la Confederación Hidrográfica del Segura han podido conocer con mayor profundidad el acuífero, que almacena 1.500 hectómetros cúbicos.

A achicar agua

Pese a que reconocer no tener suficientes conocimientos sobre arquitectura, el hidrogeólogo Francisco Turrión no cree que la subida del nivel freático tenga consecuencias negativas sobre los edificios de la ciudad de Murcia.

«Normalmente, para las construcciones se suele tener en cuenta la bolsa de agua que existe bajo el cielo murciano y la presión del nivel freático, por lo que planifican sus estructuras considerando esta circunstancia», afirma. Sin embargo, sí tendrán que prepararse para achicar agua aquellos inmuebles que cuenten con dos plantas de aparcamiento subterráneo.