La estructura de las bandas latinas es rígida. Tienen una jerarquía perfectamente establecida y se rigen por normas escritas en lo que definen como su «constitución». Sin embargo, los capítulos en los que se integran cambian continuamente. En la actualidad, los cuerpos de seguridad de la Región siguen la pista a dos de estos grupos organizados: Los Lobos, que actuarían en la zona del Guadalentín, y Los Bambinos del Cora, a los que se vincula con Los Ñetas y que actuarían en la zona de la capital de la Región, según indicaron a esta redacción fuentes cercanas a las investigaciones realizadas sobre estos bandas. Estas mismas fuentes subrayaron la proliferación de estos grupos organizados en la región. Hace sólo unos meses descubrieron el caso de una pelea entre hermanos en una pedanía murciana en la que cada uno de ellos estaba integrado en una organización rival. La desarticulación de estas bandas no es una tarea sencilla. A menudo, cuando se detiene a alguno de sus miembros se le imputa el delito puntual que ha llevado a su arresto, principalmente agresiones, robos o extorsión. La imputación de un delito de pertenencia a asociación ilícita es más complicada. De hecho, la pista que ha motivado la desarticulación de grandes capítulos llega con frecuencia desde personas muy ligadas a los propios grupos, tales como arrepentidos, miembros que quieren dejar la banda y no pueden conseguirlo o víctimas permanentes de sus extorsiones.