La decisión de José Salvador Fuentes Zorita ha convertido al dimisionario presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura en el único socialista de la Región que en este momento puede aventurarse a salir a la calle a pedir el voto del agua sin arriesgarse a que le tiren algo a la cabeza. Habrá quien lo vea con más o con menos simpatía, pero la Medalla de Oro que le va a poner en la solapa el Sindicato de Regantes, justo en el momento en que los agricultores de Murcia y de Alicante se preparan para salir a la calle a protestar contra el acoso de los gobiernos de Madrid y de Castilla-La Mancha, es el mejor aval que puede recibir un político del PSOE para plantar cara al desánimo que se ha ido apoderando de los militantes.

En este momento, muchos ven cómo aumenta la distancia que separa el discurso de su partido de la inquietud que el Estatuto de Castilla-La Mancha despierta en la calle. Se teme incluso que una nueva vuelta de tuerca a la amenaza que pesa sobre el Trasvase agrave la crisis económica y ahuyente la inversión.

Y no es la primera vez que Fuentes Zorita se planta y da el puñetazo en la mesa: ya dimitió como consejero de Política Territorial del Gobierno regional cuando la Comunidad Autónoma estaba gobernada por el PSOE y apenas unos años después volvió al Ejecutivo como consejero de Hacienda. Ayer mismo, al recordarle que dimite por segunda vez, respondió que "yo me entrego al cien por cien y, para sacrificarlo todo, uno tiene que estar convencido de lo que está haciendo y en paz consigo mismo; si uno no está de acuerdo, pues se tiene que ir".

Su dimisión llega en un momento en que aún no está decidido el candidato del PSRM a la Comunidad Autónoma en 2011. Aunque el secretario general, Pedro Saura, pueda contar con el apoyo de Ferraz, la disidencia interna hace meses que está propagándose incluso por las páginas de Facebook, como un personaje en busca de autor, mientras que otros daban por hecho que al final ni siquiera habría un duelo con el delegado del Gobierno, Rafael González Tovar, el otro posible aspirante. Faltaba un nombre con capacidad para romper la espiral en la que Zapatero ha metido al PSRM, obligándolo a estrellarse una y otra vez contra su política del agua, y ahora ya hay uno.

El propio Zorita respondía a las críticas del PP sobre lo difícil que es ser "socialista y murciano", recordando que "más difícil es en el País Vasco y han llegado al Gobierno". Puede ser una casualidad, pero también podría tratarse de un aviso a navegantes. Es posible que el perfil de Fuentes Zorita no sea el que tienen en la cabeza los socialistas murcianos que tratan de encontrar una salida a la falta de orientación de la dirección regional, pero es el único que ha hecho lo que todos estaban deseando hacer, pero no se atrevían, y ha abierto la espita. Además, su decisión ha deslegitimado el mensaje oficial y es posible que a partir de ahora empiecen a oírse otras voces discordantes.