El proyecto para trasvasar agua desde el Ebro al Levante no fue un invento del ex presidente José María Aznar, sino que se trata de una antigua idea que surgió en el último gobierno de la Segunda República. Esto es lo que pretende demostrar la Fundación Agua y Progreso de la Comunidad Valenciana, que ha adquirido recientemente unos documentos originales de 1937 que contienen un informe técnico del director general de Obras Hidráulicas del Gobierno presidido por Juan Negrín, Félix de los Ríos, "en los que ya se preveía el trasvase del Ebro a la Comunidad Valenciana y a la Región de Murcia", según informó esta entidad en un comunicado. Está previsto que este documento se pueda ver "muy pronto" en una exposición que tendrá lugar en Valencia.

Agua y Progreso explicó que el ingeniero de Caminos Félix de los Ríos, "aragonés de nacimiento y uno de los más reputados y prestigiosos expertos españoles en materia hidráulica de la época", elaboró en 1937 "un minucioso informe sobre el trasvase del Ebro titulado 'Aprovechamiento de parte de las aguas sobrantes del Ebro en ampliar y mejorar los riegos de Levante'".

La fundación precisa que este documento "contiene un plano detallado con la planificación del trasvase del Ebro desde Cherta, en Tortosa, hasta la Región de Murcia, pasando por Castellón, Valencia y Alicante".

Además, Agua y Progreso indica que cuenta también con "un informe -ambos autentificados mediante pruebas caligráficas- en el que se detallan los caudales sobrantes del Ebro que deberían destinarse a mejorar los riegos del Levante peninsular" y destaca que "ya entonces el agua era cada vez más escasa" en esta zona.

El director de la Fundación Agua y Progreso, José Alberto Comos, manifestó que estos documentos, "de enorme relevancia", podrán verse "muy pronto" en una exposición que tendrá lugar en Valencia. Igualmente, comentó que con la adquisición de estos trabajos se pretende "hacer ver de forma científica que el trasvase del Ebro no es un capricho, sino un proyecto serio y necesario en el que muchos creemos y por el que llevamos años luchando".

"Prueba de que no se trata de una invención arbitraria y caprichosa de un gobierno determinado, sino de un proyecto fruto de muchos años de trabajo de expertos en planificación hidrológica, son estos documentos en los que se demuestra que ya en la II República, un gobierno de izquierdas, apostó por el trasvase del Ebro", aseveró.

El trasvase del Ebro se incluía en el Plan Hidrológico Nacional (PHN) que el Ejecutivo de José María Aznar aprobó en 2001. El proyecto contaba con el firme rechazo de Aragón y el tripartito catalán. En 2004, al poco de ganar las elecciones, Zapatero derogó el Trasvase, en cumplimiento de las condiciones que le impuso ERC para apoyar su investidura como presidente del Gobierno.