Vanessa es transexual y desde hace varios años se está tratando con hormonas para disimular sus rasgos masculinos. Aunque nació en Ecuador lleva más de nueve años en Murcia y se dedica al mundo de la prostitución. ¿Recuerda cuándo se dio cuenta de que se sentía mujer y de que su cuerpo no se correspondía con sus pensamientos?

Es algo que he tenido claro toda la vida. Sabía que quería ser mujer pese a mi apariencia de hombre, ya que siempre me sentí así. Cuando era pequeño me veía distinto a todos los niños, era más afeminado y tenían otras maneras. Lo más duro son los años de la adolescencia, tienes las hormonas revolucionadas y te das cuenta de que te gustan otras cosas.

¿Cómo es el momento de dar el paso y hablar con la familia?

El medio social no tiene nada que ver porque transexuales hay en cualquier tipo de entorno familiar. Pero, si es una familia estricta siempre te ven como la oveja negra. Mi madre es quien más me apoyó, las madres tienen un instinto con el que parece que saben las cosas sin que se las digas y son las que más nos protegen.

¿Tiene hermanos?

Somos seis. Tengo tres hermanas que son profesoras y dos hermanos, uno de ellos falleció y el otro se mueve en el mundo de la política. Además, mis sobrinos me quieren con locura y siempre están pendientes de mí, y yo al no tener hijos me vuelco en ellos.

¿Es difícil encontrar trabajo siendo transexual?

Una chica lo puede ocultar más, porque pueden pensar que es masculina, pero un chico transexual es algo evidente y lo tiene muy difícil. Yo trabajo en la prostitución, pero también pertenezco a varias asociaciones, sin embargo como transexual he tenido muchos problemas. Siempre se habla de los derechos de los gays, pero a nosotros se nos desprecia como si fuéramos el último eslabón de la cadena, la última rueda del coche.

¿Cuándo comenzó a tratarse con hormonas para iniciar el cambio?

Comencé con el tratamiento psicológico y de hormonas en Holanda hace muchos años, pero lo dejé al venir a Murcia. Aquí volví a iniciarlo con el doctor Tébar, a quien tuve la suerte de conocer porque es uno de los mejores. De momento continúo con las hormonas y ya llevo unos cinco años.

¿Cuál ha sido el cambio de su cuerpo que más le ha impresionado?

Solo he tomado hormonas, no me he puesto prótesis y todo es natural. La eliminación de vello, el pecho y el cambio de las caderas es lo que más me sorprendió. La piel también tiene otra textura y se ocultan las venas de las manos que se hacen más finas.

¿Tiene pensado dar el paso y operarse de forma definitiva?

Aunque sé que la operación es la culminación para realizarse como mujer tengo claro que no quiero cambiar mi cuerpo porque ahora me siendo bien.

¿Le da miedo?

Sí. Es un cambio muy grande y me da miedo hacerlo, quizá algún día me decida.

En Murcia aún no existe esta opción dentro de la Sanidad pública, ¿cree que es necesario?

El doctor Tébar está luchando con otros médicos para conseguirlo, pero es necesario que el colectivo se una y les apoyen. Además, la financiación no es tan grande para la Sanidad como el beneficio que se obtiene.

¿Qué consejo daría a otros transexuales que no se atreven a iniciar el tratamiento?

Hay que recurrir a un médico para hormonarse y no hacer locuras automedicándose e inyectándose silicona líquida, es algo malísimo que con el tiempo les puede pasar factura.