Cuarenta reales. Eso es lo que tuvieron que pagar los murcianos por un décimo para participar en el primer sorteo de la Lotería Nacional que se celebró en España, en el año 1812. Era la primera vez que en España se soñaba con ganar el Gordo, premiado por entonces con unos 8.000 pesos (6.000 euros actuales), que daban para comprar una casa y dos caballos de pura raza. El valor de los premios de este sorteo -que desde 1892 se empezó a denominar 'de Navidad'- aumentó con los años, tanto que los agraciados de principios del siglo XX se convertían en auténticos millonarios. Actualmente, el Gordo ya no es lo que era y da, como mucho, para saldar deudas y comprar una vivienda.

Así se refleja en un estudio realizado por RTVE -que se puede consultar en su página web-, donde se compara la capacidad adquisitiva que han tenido los ganadores del Gordo a través de los años. De esta forma, la comparativa recoge que en 1909 el primer premio era de 600.000 pesetas (más de un millón y medio de euros). Sólo hay que imaginar lo que supondría esta cantidad para un minero con un salario anual era de 780 pesetas. El estudio recuerda que comprar una casa de cinco habitaciones en la calle Alcalá de Madrid -según un anuncio de 1910- costaba unas 25.000 pesetas, por lo que con el premio se podrían adquirir hasta 24 casas como ésta.

El estudio añade que en los años 20 el salario medio anual de un trabajador era de casi 2.000 pesetas, mientras que el Gordo de la Lotería de Navidad ascendía a 1.200.000 pesetas (lo que equivaldría a 1.700.000 de los euros actuales). Con esta cantidad, los ganadores del primer premio podían adquirir diez chalets en Sitges, dos casas de diez pisos y cuatro coches Packard, de la gama más alta, y aún les sobraría para adquirir otros bienes de lujo. Si nos trasladamos a la década de los cuarenta, el Gordo era de 1.500.000 pesetas, suficiente para adquirir un piso de lujo en la mejor zona de Madrid o cuatro pisos en La Coruña; mientras que en los sesenta -tocó en Fortuna en 1964- el Gordo alcanzaba para 10 pisos, además diez apartamentos en Fuengirola, nueve automóviles SEAT 1500 y un par de automóviles de lujo.

Mucho ha cambiado el panorama en los últimos años, ya que con 300.000 euros, que es lo que vale ahora un décimo premiado, se puede comprar una casa no muy grande -una vivienda de 75 metros cuadrados puede costar 150.000 euros-, un turismo y un todo terreno. Eso, sí las deudas dejan margen para hacer planes.