La clausura del Acueducto le costaría al Estado más 21.000 millones de euros, según recoge el estudio 'Análisis económico, social y ambiental del trasvase Tajo-Segura en la cuenca del Segura (2000-2009)', realizado por un equipo de investigadores del Instituto del Agua y las Ciencias Ambientales de la Universidad de Alicante. La investigación ha estado dirigida por el murciano Joaquín Melgarejo, profesor titular del departamento de Análisis Económico Aplicado y secretario del instituto alicantino.

El informe, que fue presentado ayer en Murcia, destaca que el Acueducto inaugurado hace treinta años para acabar con la sangría de la emigración en el Sureste es "una infraestructura estratégica de extraordinaria importancia en la ordenación hidráulica española", que ha permitido "la consolidación" de una agricultura capaz de dar empleo directo a 110.000 personas en la Región de Murcia, el sur de Alicante y el norte de Almería. Esta agricultura actúa además como motor de otros sectores auxiliares, como el transporte y la industria agroalimentaria.

Además, el trasvase del Tajo abastece de agua potable a más de dos millones y medio de personas en cuatro provincias, dado que la Mancomunidad del Taibilla suministra también a varias poblaciones de Albacete.

La clausura del Trasvase pondría fin a una producción agrícola estimada en 1.040 millones de euros, que se suman al valor de las 120.000 hectáreas regadas con las aguas del Tajo en las tres provincias. Sólo en Murcia, los ingresos del regadío dependiente de los caudales trasvasados se estiman en 656,8 millones de euros, a los que hay que sumar los 328,2 de Alicante y los 55,1 de Almería. En Murcia, los cultivos dependientes del Tajo representan el 58% de los ingresos brutos que obtienen los agricultores, mientras que en Alicante este porcentaje se eleva al 62,18%.