Un rayo de esperanza se ha colado en el hogar de María Jesús Javaloy, en Alhama de Murcia, desde que respondió a una oferta de trabajo del ayuntamiento de Retortillo de Soria, que promete una decena de empleos para familias con niños con el fin de rejuvenecer esta población de apenas cien habitantes. Nada más enterarse de esta iniciativa, María Jesús y su marido José Antonio -los dos en paro- viajaron con sus hijos de cuatro y diez años a Retortillo, donde pudieron entrevistarse con su alcaldesa, Yolanda Gil.

"Para nosotros que nos dieran trabajo allí sería la salvación", asegura esta alhameña agobiada por las deudas y por el inminente embargo de su vivienda. Pero no son los únicos que viven situaciones desesperadas. De hecho, más de cien familias -de las cuales unas veinte procedían de la Región- se han presentado durante los últimos días en el municipio soriano para pedir trabajo. Se trata sólo de una pequeña parte de las solicitudes, ya que además de estas visitas se han recibido más de cinco mil llamadas y mil correos electrónicos. La alcaldesa calcula que más de un centenar de estas familias son murcianas, "aunque una vez que atendamos todas las peticiones seguramente serán muchas más". Dice, de hecho, que la mayoría de los interesados son de Murcia, Valencia y Alicante.

"Para nosotros lo más importante es encontrar un trabajo", señala María Jesús, que lleva más de dos años sin trabajar (ha estado empleada como limpiadora y ayudante de cocina), mientras que José Antonio, electricista, lleva un año en paro y sufre una discapacidad del 37% (está a la espera de ser operado de la rodilla). Viven con una ayuda de 14 euros diarios que no les da para pagar la hipoteca. "Ya hemos recibido una carta de desahucio", cuenta María Jesús, quien admite que "los niños lo llevan muy mal, porque ven que estoy triste y que lloro". Además, está preocupada por sus padres: "Ellos nos avalaron para comprar la casa y ahora pueden verse perjudicados también. Mi padre sufre del corazón a raíz de todo esto y yo, claro, me siento culpable". Por eso, cuando les llegó la noticia de que Retortillo ofrecía trabajo y viviendas a bajo coste a diez familias con niños no se lo pensaron. "Un amigo que trabaja en una gasolinera nos llenó el depósito para que pudiéramos viajar a Retortillo", cuenta esta pareja, que guarda una buena impresión del pueblo. "Nos pareció muy bonito y muy agradable para que se críen allí los niños. La alcaldesa nos atendió muy bien y nos dijo que el haber ido personalmente influiría a nuestro favor", dice María Jesús, que se muestra ilusionada ante la posibilidad de trabajar en una residencia geriátrica. "Me gusta mucho la gente mayor, tratar con ellos".

De hecho, no olvida una promesa que hizo a un vecino de Retortillo: "Un viejecito que conocimos allí, llamado Paulino, me pidió que si volvíamos le llevásemos una camiseta de Murcia, ¡y claro que lo haremos!".