La Audiencia Provincial de Murcia juzgó ayer a un hombre, Abel M. A., para quien el fiscal solicitaba una pena de once años de prisión por haber maltratado y acuchillado a su esposa. La negativa de ésta a declarar, sin embargo, obligó al ministerio público a rebajar la pena hasta los tres años y seis meses. El acusado, de nacionalidad boliviana, aceptó tras el juicio que se le sustituya la pena por la expulsión de España y la prohibición de regresar en un periodo de diez años.

En concreto, Abel estaba acusado de dos delitos de malos tratos, uno de maltrato habitual y otro de homicidio en grado de tentativa. Esta última agresión -la más grave- se produjo el 31 de agosto de 2008 en el domicilio que la pareja compartía en Caravaca. Según el fiscal, Abel se abalanzó sobre su mujer tras un ataque de celos y le clavó un cuchillo de cocina en el tórax que a punto estuvo de acabar con su vida.

Ayer, ante el tribunal, el procesado admitió las dos agresiones previas, pero negó haber intentado acabar con la vida de su mujer y mantuvo que la herida se produjo de forma accidental. La esposa se acogió a su derecho a no declarar contra su pareja. "Sin la confesión del acusado, ni siquiera se hubiese podido conseguir la condena por las agresiones más leves", lamentó el fiscal durante el juicio.