Las autoridades lusas han descubierto que un millar de personas obtuvieron el carné de conducir vehículos pesados en Portugal pese a que ofrecieron como domicilio sólo cinco viviendas distintas; es decir, que en cada una de ellas estaban censadas hasta doscientas personas, según ha podido saber este periódico. El escándalo de los carnés de conducir continúa provocando que cada semana se remita al juzgado de Torrevieja que lleva la investigación las declaraciones que están prestando en toda España -allí donde se les da el alto y se les identifica- los conductores que obtuvieron la documentación de forma fraudulenta.

El mecanismo para lograrlo, en concreto, era mediante el pago de un soborno a funcionarios portugueses, a través de una red cuyos cabecillas vivían en Torrevieja. Una vez obtenido el permiso, los conductores -la gran mayoría procedentes del Este de Europa- se ofrecían como transportistas en empresas ubicadas, sobre todo, en Murcia y Alicante, donde hay una importante oferta laboral para el transporte.

Fuentes consultadas por este periódico aseguraron que la retirada del carné sólo es posible por las mismas autoridades que se las concedió; es decir, la portuguesa. El juzgado que lleva este asunto -que es incapaz aún de saber exactamente la cifra de conductores que circulan por las carreteras españolas con esta documentación auténtica, aunque obtenida de forma fraudulenta- tiene testimonios de más de trescientos conductores hasta este momento, aunque sospecha que por este sistema ilegal se pudieron elaborar más de un millar de documentos durante un año.

Algunos de estos carnés obtenidos de forma irregular están en manos de personas que ni siquiera se habían puesto antes al volante de un vehículo pesado. De hecho, en una de las grabaciones incluidas en la investigación se escucha a uno de los integrantes de la red explicando a un camionero cómo se toma una rotonda.