El presidente de la Comunidad Autónoma, Ramón Luis Valcárcel, no se conforma con mantener en Murcia la sede de la entidad resultante de una hipotética fusión entre Cajamurcia y Caja Mediterráneo (CAM). Valcárcel también quiere que la presidencia de la nueva entidad sea para el máximo responsable de Cajamurcia, Carlos Egea, al que atribuye el mérito de haber situado a la caja murciana en los puestos de cabeza en "eficiencia", según declaró ayer antes de la presentación del 'Cheque Innovación', en el Auditorio Víctor Villegas.

La entidad con sede en Alicante ha encargado al ex ministro y ex director del Fondo Monetario Internacional, Rodrigo Rato, que medie entre las Administraciones regionales para facilitar la fusión. El pasado jueves, el presidente de CAM, Modesto Crespo, mostraba abiertamente su interés por "bailar con la más guapa", refiriéndose a la caja murciana.

A la pregunta de si considera a CAM la pareja de baile más adecuada para Cajamurcia, el presidente del Gobierno regional respondió que "CAM es una entidad magnífica", pero "no me corresponde a mí decir quién debe fusionarse con quién. Para eso están los consejos de administración y son ellos los que deben ponerse de acuerdo".

No obstante, defendió su derecho a poner ciertas condiciones a la fusión. "Estaría bueno que yo no tuviera el derecho a decidir condiciones, como presidente (de la Comunidad), pero a partir de ahí mi papel ha terminado", apuntó. Además de reivindicar que la sede de la nueva entidad se quede en Murcia, dejó claro que "el presidente debe seguir siendo el presidente de Cajamurcia", al que considera el artífice de "la extraordinaria eficiencia" de la caja murciana. A su juicio el hecho de que la entidad esté situada en los primeros puestos, se debe a que "las cosas se han hecho bien" gracias a la gestión de Carlos Egea.

Consejo territorial

El sindicato Alta criticó ayer la reunión que el consejo territorial de CAM en Murcia celebrará del 23 al 27 de este mes en la localidad francesa de Carcassone, al considerar que se trata de "una irresponsabilidad" por el gasto que va a conllevar.