La bacteria de la legionella suele aparecer en los sistemas que utilizan agua que está estancada o sometida a altas temperaturas, como ocurre en las torres de refrigeración, las piscinas, fuentes, tanques de agua o balnearios. Para garantizar la calidad de estas instalaciones y que en ellas no florezca el virus con el consiguiente riesgo de trasmisión de la enfermedad, desde las concejalía de Sanidad de los ayuntamientos de la Región se realizan controles constantes durante todo el año en estas instalaciones, inspecciones que se refuerzan en la época estival por las elevadas temperaturas.

Según los técnicos del la concejalía de Sanidad de Murcia, durante este año se superarán los 700 controles en piscinas y fuentes municipales con el objetivo de conseguir mejorar la calidad higiénico-sanitaria de piscinas de uso público a través de inspecciones y análisis microbiológicos y físico-químicos de sus aguas.

El programa de control de piscinas se desarrolla en dos partes, según la temporada de baño: piscinas cubiertas o de invierno y piscinas de verano. En el término municipal de Murcia existen 22 piscinas descubiertas, once de titularidad pública y once privadas, en las que se recogen cerca de 300 muestras. En el caso de las piscinas cubiertas, los controles se hace desde septiembre a junio, ya que es el periodo de solicitud de apertura. De éstas, en el municipio existen trece, siete públicas y seis privadas, en las que se realizan unos 320 controles. Aunque a las de invierno este año se han sumado dos nuevas, las de Cabezo de Torres y la de Juan Carlos I.

Además del programa de piscinas, la concejalía de Sanidad cuenta con otro específico de fuentes ornamentales, en el que se controla y garantiza la inocuidad de las fuentes a través de la presencia de desinfectante y del control de legionella en las denominadas de alto riesgo.

En las fuentes se realizan una media de cien controles de cloro y legionella; en cuanto a los límites de desinfectantes éstos se establecen en función de la radiación solar, la procedencia del agua y la contaminación de la misma.

Informe sanitario

Las piscinas deben contar para la reapertura de la temporada con el pertinente informe sanitario favorable dictaminado por la consejería de Sanidad y Consumo de la Comunidad Autónoma. Así, desde el año 2006 el laboratorio municipal procede al envío de la solicitud de autorización sanitaria para la reapertura anual de piscinas de uso colectivo a las distintas instalaciones dos meses antes de la reapertura, con el fin de que la presenten en el registro del Ayuntamiento con la documentación solicitada. Posteriormente se envía a la consejería de Sanidad, cuyos técnicos proceden a su inspección y elaboración del informe sanitario necesario para su reapertura.