El profesor ciezano Tomás Antonio Rubio Carrillo se encargó este domingo de leer el pregón de la Semana Santa de Cieza de este año 2018 en un acto que se desarrolló en la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción.

Tuvo la lectura del pregonero un marcado carácter religioso. No en vano, Rubio Carrillo creció al amparo del querido y añorado sacerdote Antonio Salas, que durante muchos años le dio voz al Prendimiento de Martes Santo.

Hizo un recorrido por todas y cada una de las procesiones que conforman la Semana Santa de Cieza, parándose especialmente en la del Descenso de Cristo a los Infiernos que ilumina con el tenue color de las velas la vieja muralla ciezana. "No es esta una procesión de la mirada ni de la escucha y ni siquiera de la proclamación, sino del silencio y de la oscuridad, del nexo de unión entre la muerte a la resurrección y de cofrades animosos que se mantienen despiertos envueltos en una serie de símbolos en busca de la existencia humana".

Recordó a muchos de los que ya no están entre nosotros, incluidos algunos de sus familiares, en cuya compañía se hizo inolvidable su infancia ´semanasantera´.

El profesor leyó durante más de una hora, pero su oratoria, fluida y armoniosa, resultó fácil de escuchar y agradable para todos los que aman estos días tan especiales. No dudó en etiquetar a la Semana Santa de Cieza "como la mejor del mundo", y, por eso, está convencido de que más pronto que tarde, "se conseguirá la declaración de Interés Turístico Internacional".

Además del alcalde de Cieza, Pascual Lucas, y numerosos concejales de la actual corporación, asistió al pregón el diputado y portavoz regional de Ciudadanos en la Asamblea Regional, Miguel Sánchez, amigo personal del pregonero.

Tras la lectura, el presidente de la Junta de Hermandades Pasionarias, Joaquín Gómez, le impuso la insignia de oro. Los actos comenzaron a las 10 de la mañana, cuando la JHP solicitó al alcalde Lucas el permiso para ´tomar las calles´ durante esta Semana Santa. Después, los estandartes de las 18 cofradías llenaron de colorido la ciudad con una procesión que llegó hasta el Monumento al Nazareno, donde se recordó y rezó a las almas difuntas.

Los cofrades se dirigieron después a su Casa Museo donde los asistentes firmaron en el libro de oro de la Junta. A continuación, se trasladaron a la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción donde tuvo lugar el pregón. La mañana concluyó con un concierto de la Banda Municipal de Música de Cieza.

Tomás Antonio Rubio Carrillo nació en Cieza un 29 de enero de 1968. Tiene tres hijos y una nieta y pronto cumplirá sus bodas de plata con su esposa, Dori Morata. Su infancia y su juventud las pasó en el barrio de San Juan Bosco, muy cercano a la parroquia que ha sido testigo de la amistad con el que fuera su párroco, Antonio Salas.