El municipio de Cieza rememora durante este fin de semana una parte de su historia con las Fiestas del Escudo La Invasión. En la tarde de hoy sábado llegará el momento cumbre con la escenificación de la sangrienta batalla entre moros y cristianos sobre las aguas del Segura. En abril de 1477, las tropas moras granadinas del rey Abu-l-Hassan tomaron la ciudad tras arribar por el puente de Hierro. Era domingo y los aldeanos se encontraban en misa y desprevenidos, circunstancia que fue aprovechada por las tropas musulmanas. En el asalto, la mayoría de vecinos fueron hechos rehenes y trasladados hasta una fortaleza de la Alhambra granadina. Allí permanecieron hasta que acabaron las inserciones andalusíes al Reino de Murcia.

Al caer la tarde, el ruido de los sables moros en su lucha con las espadas cristianas será escuchado por miles de vecinos y visitantes mientras el sol dorará el paisaje con sus últimos rayos. Se hará para recordar lo que sucedió hace más de 5 siglos, según relata la historia del municipio. Una vez vencida la batalla, las tropas del rey moro ascenderán por la antigua muralla ciezana hasta alcanzar la ermita de San Bartolomé, donde rematarán la toma de la ciudad incendiando el templo. Será ésta una de las recreaciones que las fiestas incorporan este año, con un espectáculo de fuego y pirotecnia.

Ambientados por un gran mercadillo medieval, estos dos días van a estar plagados de actividades que han organizado las distintas kábilas y mesnadas que integran la fiesta. Exhibición de oficios antiguos, bailes del medievo y hasta la más variada gastronomía pondrán vida a los dos campamentos, el moro y el cristiano, instalados en el casco histórico ciezano. La fiesta culminará mañana domingo, a partir de las seis de la tarde, con el Gran Desfile de Moros y Cristianos en el que lujosos trajes danzarán al son de las mejores marchas festeras.