Los vecinos de Cieza tendrán una rebaja del 4% en el recibo del IBI a partir del año que viene. El alcalde de la localidad, Pascual Lucas, junto al concejal de Hacienda, Antonio Martínez Real, anunció ayer la decisión adoptada por el equipo de Gobierno de acometer una reforma fiscal para bajar los impuestos, que va a estar contemplada en los presupuestos municipales que serán aprobados antes del verano.

En una rueda de prensa que el regidor ofreció junto a Martínez Real transmitió la decisión de bajar el IBI, una medida que «se aplicará de forma directa y sin que los ciudadanos tengan que hacer ninguna gestión a partir del 1 de enero de 2018. Además supondrá un ahorro para las familias de unos 250.000 euros».

También anunciaron una rebaja en el impuesto de las plusvalías por las herencias y en la compra de vivienda. «Se aminorará la carga impositiva en transmisiones patrimoniales en la compra de vivienda de segunda mano, así como en el impuesto de sucesiones y donaciones, abaratándose también los gastos por actos notariales y de registro, lo que supondrá una disminución de la carga fiscal que también tiene su reflejo a través de la declaración de la Renta y que favorece el acceso a la vivienda».

Familias numerosas

Las familias numerosas también se van a ver beneficiadas a través de una modificación de las ordenanzas fiscales para el acceso a las bonificaciones. Según el edil de Hacienda, «la rebaja de los valores catastrales de las viviendas e inmuebles del municipio superará los 40 millones de euros, corrigiendo en gran medida el desequilibrio existente respecto a los valores de mercado, lo que se traduce directamente en una reducción del recibo de la contribución para todos los ciezanos».

Martínez Real dijo que las arcas municipales «han logrado superar la situación de inestabilidad presupuestaria y ahora es el momento de revertir a los ciudadanos su esfuerzo con esta rebaja fiscal, que será posible gracias al bajo endeudamiento de la Administración local, a la mayor eficiencia de la inspección y la recaudación, junto a unas previsiones de mejora en la economía local, lo que se traducirá en una disminución de la morosidad y un aumento de la recaudación sin que se vean afectados los servicios que se vienen prestando desde el Ayuntamiento».