Los vecinos de Cieza celebraron ayer la fiesta del 'Reventón', una de sus tradiciones más autóctonas consistente en cocinar y comer hasta el hartazgo las tradicionales tortas fritas en el martes de carnaval y en vísperas del inicio de la Cuaresma, una época caracterizada por mayores restricciones gastronómicas.

En todas las casas de la localidad se cocinaron las tradicionales tortas, cuya masa hubo que 'dejarla dormir' al sol durante la mañana. En muchos hogares, ya por la noche, se comieron mojadas en chocolate. Mientras tanto, en la Plaza de España, las 'mascaras' también se sumaron al festín comiendo este rico manjar ciezano en el stand que al efecto habilitó el Ayuntamiento de Cieza.

El Consistorio también organizó un concurso de disfraces infantil y otro al mejor disfraz de 'mamarracho', el atuendo al que, históricamente acudían los ciezanos en épocas de mayores penurias económicas para vestirse de carnaval. Concluyeron así cuatro días de fiesta que comenzaron el pasado sábado con el tradicional desfile en el que participaron numerosas charangas y comparsas.