En los últimos días hemos conocido la intención del Ayuntamiento de Cieza de convertir el edificio del antiguo juzgado, sito en la emblemática y céntrica Esquina del Convento, en un centro 'multiservicios' en el que se ubicarían diferentes dependencias municipales hoy día diseminadas en diferentes locales con la subsiguiente incomodidad para los usuarios.

Bienvenida sea esta iniciativa de poner en valor una edificación, de propiedad municipal, que vino a culminar un largo periodo de recorridos provisionales, en un lugar digno y adecuado a la categoría de nuestra ciudad.

Desde que por Real Decreto de 1837 se crearon en España los Partidos Judiciales, Cieza fue elegida como Cabeza de Partido Judicial con jurisdicción sobre una serie de pueblos que constituyen su demarcación (Cieza, Abanilla, Abarán, Blanca, Fortuna, Ojós, Ricote, Ulea y Villanueva del Río Segura). Esto llevaba implícita la presencia y estancia en la localidad de un juez de instrucción, fiscal y equipo administrativo, amén de, en teoría, contar con un edificio digno para tan importante cometido.

Pero la verdad es que a lo largo de los años el Ayuntamiento se conformó con ir habilitando diferentes locales como sedes de juzgado como el antiguo Ayuntamiento, casas particulares en las calles Cartas o Larga o incluso escuelas como la que se encontraba en la calle Mesones, hoy día solar.

Habría que llegar a la segunda mitad del siglo XX para que por fin se hiciera realidad la construcción de un edificio acorde con el prestigio e importancia de nuestro pueblo que cumpliera la noble función de sede de administración de Justicia. Así en sesión municipal de 23 de septiembre de 1948 se hace constar «la necesidad de dotar a Cieza de un edificio digno que albergue la alta función de administración de Justicia». Se encarga el proyecto al arquitecto D. Guillermo Martínez Albaladejo, el cual lo enmarca en un ambicioso plan de embellecimiento y urbanización de un lugar tan estratégico como lo es la referida Esquina del Convento, como fue la construcción de una elegante Glorieta, conocida popularmente como la Tortada, ameno jardincillo en la que seguro que casi todos los niños nacidos entre los años 50 y 60 del pasado siglo tenemos alguna foto apoyados en alguna de las bolas que la decoraban. Se aprovechó para la construcción del juzgado un solar que ocupaba una antigua almazara que fue derruida para este cometido. La obra se otorgó al contratista local José Torres Piñera 'Pepón' por 698.800 pesetas, siendo inaugurado el 18 de julio de 1952 aprovechando el bajo del edificio (con salida al Camino de Murcia, entonces Avenida del Caudillo) para la ubicación de la 'Casa de Socorro' que también significó un importante avance en la atención de nuestros paisanos.

Pues bien, toda esta disertación viene a cuento para señalar que entre la sobria decoración que acompaña al edificio (aparte el nombre en relieve Palacio de Justicia) destaca un pequeño escudo que representa el emblema de la justicia (una balanza) situado en la fachada que da hacia la Esquina del Convento y que casi pasa desapercibido entre el amplio volumen de la fachada que lo sustenta.

Si se realizara (como es de suponer) la rehabilitación de esta fachada, acaso los encargados de la misma no se fijen en el detalle y arramblen con el escudo en cuestión, o atendiendo además que por la tan traída y manida ley de memoria histórica, alguno podría pensar que ese sencillo escudito fuera un emblema franquista y por lo tanto habría que hacerlo desaparecer? y para evitar este posible atentado a nuestro parco patrimonio local, que haya constancia de que 'avisados están'.