Hay cosas que parecen mentira pero que son verdad. Como verdad es que la Concejalía de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Cieza trata de resolver la situación que se ha producido con una vivienda de titularidad municipal y cuyos hasta hace poco moradores, que habitaban la casa de ocupas, la han vendido a otra familia por el módico precio de 300 euros.

La casa en cuestión se sitúa en el Cabezo de la Fuensantilla, un barrio marginal de Cieza en estado prácticamente ruinoso y en el que viven alrededor de 100 familias, fundamentalmente de etnia gitana o de origen magrebí. En abril de 2005, el inmueble fue adquirido, adaptado y reconvertido en Centro de Día de Inmigrantes por el Consistorio para que los temporeros agrícolas extranjeros tuvieran un lugar para poder ducharse y asearse tras la jornada laboral de recolección de frutas. También disponía de una cocina para hacer la comida y de varias camas literas para descansar.

Sin embargo, la casa fue deteriorándose a pesar de los numerosos arreglos que la Concejalía de Bienestar Social fue efectuando a lo largo de tres años, el tiempo que permaneció abierta. Tras un saqueo en el que no quedaron ni los grifos del agua, el Ayuntamiento la cerró definitivamente en el año 2007.

Pero, pronto, el inmueble volvería a cobrar vida tras ser ocupado por una familia ciezana que carecía de morada para vivir. Conocedor de la situación, el Ayuntamiento hizo la vista gorda, pero ahora, y según han confirmado a esta Redacción varios vecinos de la zona, se ha sabido que la casa fue vendida hace pocos meses a otra familia por algo más de 45.000 de las antiguas pesetas.

En manos de los técnicos

Cristina García Vaso, actual concejala de Bienestar Social del gobierno tripartito ciezano (IU), ha explicado que ya ha puesto el asunto en manos de los técnicos municipales y, en cualquier caso, ha sentenciado que ese inmueble es municipal y que, por lo consiguiente, nadie puede ocuparlo sin la preceptiva autorización y, mucho menos, venderlo. Al respecto, García Vaso ha confirmado que su intención es darle a la casa algún tipo de utilidad social. Actualmente, y según los vecinos, la casa es ocupada de forma esporádica.