Los vecinos que colindan con la antigua Casa de la Encomienda de Cieza, el edificio más antiguo de la ciudad, han alzado la voz sobre el estado ruinoso en el que se encuentra el edificio así como la vieja muralla de la localidad. Además, estos vecinos alertan de que la zona se ha convertido en un punto de insalubridad por la existencia de ratas.

Por ello, piden al ayuntamiento municipal una actuación de emergencia para, por un lado, eliminar los peligros y, por otro, intentar salvar este importante legado histórico con el que cuentan los ciezanos.

A principios de 2015, y por iniciativa del PSOE, el Ayuntamiento de Cieza aprobó una moción para proceder a la rehabilitación de este inmueble, que tiene más de 300 años. El acuerdo alcanzado contemplaba que se acometieran obras de conservación para eliminar las filtraciones de agua de la cubierta y proteger los elementos estructurales del edificio de la Casa de la Encomienda, garantizando así su conservación y evitando a la vez que se siguieran causando daños a los edificios anexos, mientras no se acomete su rehabilitación integral.

Los socialistas, entonces en la oposición, consiguieron el acuerdo de la unanimidad del Pleno para conservar el edificio de propiedad municipal que data del siglo XVII y que es probablemente la construcción más antigua del municipio junto con la Ermita de San Bartolomé. En la moción, el PSOE constataba «el abandono y que las filtraciones de agua en su cubierta han deteriorado gravemente el inmueble que presenta desprendimientos parciales del tejado y afectación de los muros que requieren de una actuación urgente si queremos evitar que este edificio histórico acabe por colapsar y perderse para siempre». Al mismo tiempo, las filtraciones de agua «han causado graves desperfectos en muros y forjado de la sacristía de la Ermita de San Bartolomé, que se ha tenido que apuntalar».

El acuerdo alcanzado contemplaba que se acometieran obras de conservación para eliminar las filtraciones de agua de la cubierta y proteger los elementos estructurales del edificio de la Casa de la Encomienda, garantizando su conservación y evitando que se sigan causando daños a los edificios anexos, mientras no se pueda llevar a cabo su rehabilitación integral. Al mismo tiempo se acordó proceder, de forma urgente, a ejecutar las reparaciones de los desperfectos causados en el forjado y muros de la Ermita de San Bartolomé, permitiendo así desapuntalar la sacristía para su utilización, tal y como la Hermandad ha reivindicado.