El ayuntamiento de Cieza va a incluir en los presupuestos de 2016, que según el concejal de Hacienda se presentarán en unos días, las obras para proceder al cubrimiento de la Rambla del Realejo, un canal que atraviesa la ciudad por el centro proveniente de la sierra de Ascoy y que desemboca en el río Segura. Las obras deberían estar ya ejecutadas gracias a los 450.000 euros que presupuestó el PP en el ejercicio 2015. Sin embargo, según el edil de Obras, Francisco Saorín (IU), la partida tuvo que ser ‘rescatada’ con el fin de poder hacer frente al pago de la sentencia de los terrenos de ‘migaseca’, que tras una expropiación llevada a cabo en a finales de los años 80 condenó al Ayuntamiento a indemnizar a sus propietarios, después de años de recursos, con la cantidad de casi 5 millones de euros.
Precisamente, los populares han venido criticando la «inacción del tripartito» para proceder a la ejecución de esta obra. Fuentes del PP acusaron hace unos días al concejal de Obras de «no utilizar la partida que dejó el anterior Gobierno, presidido por Antonio Tamayo, para solucionar el gran problema de insalubridad que presenta el barrio circundado por la rambla». El concejal y portavoz del PP, puso como ejemplo el tramo de este mismo cauce que fue cubierto en el año en el año 2009 y que ha reconvertido la zona en un «excelente paseo de ocio y esparcimiento para los vecinos». Además, las mismas fuentes han informado que la sentencia de ‘migaseca’ «ha sido sufragada con el superávit que el anterior gobierno popular dejó en caja», y acusan al actual concejal de Obras de «intentar confundir, puesto que si los 450.000 euros fueron empleados en pagar la mencionada sentencia, por qué, ahora, aparecen de nuevo por arte de magia en los nuevos presupuestos». Para el PP, todo el asunto radica en que los nuevos responsables municipales «fueron incapaces de gestionar el permiso con la Confederación Hidrográfica del Segura que el anterior gobierno dejó solicitado, lo que ha propiciado que al menos se vayan a perder dos años».
Limpian y acondicionan el lugar
Estos días, y a petición de los vecinos de la zona, la concejalía de Servicios ha iniciado el acondicionamiento y limpieza en la rambla con el fin de que la zona presente mejores condiciones. Según el edil de Obras, Francisco Saorín, «no se trata de una actuación aislada, aunque muy necesaria por las condiciones que presentaba el espacio de intervención, sino que tendrá continuidad con el acondicionamiento y utilidad de la rambla, dentro de lo permitido en este tipo de espacios».
La rambla del Realejo, expone Saorín, «es una realidad de nuestro pueblo en la que se estudiarán las distintas utilidades que pueden darse, ya que es un espacio que desde la concejalía de Servicios se pretende revitalizar como espacio de ocio, al igual que se ha hecho en otras poblaciones, según se vayan acometiendo los sucesivos cerramientos a lo largo del tiempo, por ser esta una obra de alto coste, son muchas las carencias y necesidades de nuestro pueblo, carencias y necesidades olvidadas en los 12 años de mandatos del PP».
El problema, expone el titular de Servicios, es que «esta zona ha sido un espacio degradado y olvidado durante años por los gobiernos anteriores, en el que poco sentido tiene que miembros del Partido Popular ciezano hagan sus paseos matutinos, cuando lo que deberían haber hecho es trabajar por solucionar los problemas que se han ido presentando en ella, máxime cuando precisamente ellos, que fueron los que presumían de haber conseguido su cubrimiento, dejaron sin realizar los trámites burocráticos oportunos para que el cubrimiento se convirtiera en una realidad».
«Esta actuación que se está llevando a cabo es la primera vez que se ejecuta en respuesta a las peticiones vecinales y en atención al interés general de Cieza, al ser este un espacio que se extiende a lo largo de una gran franja de pueblo, siendo zona de paso de viandantes y una zona que hay que atravesar para entrar a Cieza por una de sus entradas», añade el concejal, que finaliza pidiendo a todos los vecinos que sienten a Cieza como su casa que «se involucren en el mantenimiento de la zona, dejando de utilizarla para las deposiciones de sus mascotas o para el depósito de basuras tales como papeles, botellas y otros objetos, en aras de una mejor convivencia de todos los vecinos y el respeto por los espacios públicos que son comunes».
