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El municipio de Cieza vive desde hoy viernes hasta el domingo sus Fiestas del Escudo ´La Invasión´, en las que alrededor de 500 personas, agrupadas en nueve kábilas y cinco mesnadas, ponen luz, color y sonido festeros a las calles del municipio. Estas celebraciones se basan en los hechos históricos acontecidos en el municipio de Cieza allá por el año 1477, cuando las tropas nazaríes del rey Abu-l-Hassan arribaron a la villa y la asolaron.

Precisamente es ese el momento cumbre de estas fiestas, cuando las distintas agrupaciones protagonizan el simulacro de lucha en el puente de Hierro con las aguas del río Segura como testigo. El acto de la Invasión se hará mañana sábado al caer la tarde y más o menos en el mismo lugar donde se cree que sucediera hace más de cinco siglos.

Los sables, las espadas y las horcas se entrelazarán a los pies de la antigua muralla de Cieza y, una vez que se suceda el primer envite, los moros, encabezados por Abu-l-Hassan -a quien dará vida Francisco José Martínez-, ascenderán hasta la Ermita del Santo, donde culminará su asedio a la ciudad.

Pero la fiesta se vive desde esta tarde, cuando se inaugurará el mercadillo medieval y el alcalde de Cieza, Antonio Tamayo, cede los poderes de la villa al comendador, que este año es el festero Juan Francisco del Amor. Asimismo, tras la inauguración de los campamentos moro y cristiano, tendrá lugar la representación de la embajada mora, cuya figura principal, el embajador moro, será encarnado por el ciclista ciezano José Joaquín Rojas. Por su parte, el embajador cristiano estará representado por Antonio Manuel García, presidente de la Junta Central de Moros y Cristianos de Orihuela.

Los distintos actos se irán sucediendo durante todo el fin de semana, como el pasacalle de kábilas y mesnadas del sábado por la mañana o la tronaera de mediodía.

El domingo por la mañana tendrá lugar el desfile de la embajada cristiana y la entrega de los rehenes en la ermita de San Bartolomé. Ya por la tarde, y como fin de fiestas, se desarrollará el gran Desfile de Moros y Cristianos con la participación de todas las kábilas y mesnadas.