La llegada del AVE a Cartagena está más cerca y, sin embargo, se sigue viendo muy lejos. De momento, las administraciones ya tienen una hoja de ruta sobre la mesa, que fue presentada ayer en Madrid durante la reunión de la sociedad Cartagena Alta Velocidad, tras haberse concluido la fase de análisis comparativo de soluciones técnicas. La cita estuvo integrada por representantes del Ministerio de Fomento, de Adif, del Ayuntamiento de Cartagena y de la Región de Murcia,

La hoja de rumbo cuenta con dos opciones: AVE en superficie o soterrado. La primera de ellas, más barata y rápida, tendría un coste de 66,6 millones de euros y un plazo de ejecución de 46 meses. La segunda, más cara y lenta, cuesta hacerla realidad 137,7 millones y requeriría un plazo de 76 meses. El objetivo es que el Consejo de Administración de Cartagena Alta Velocidad pueda acordar la solución más idónea para la llegada del AVE, que deberá plasmarse en el correspondiente estudio informativo que la sociedad encargará al Ministerio de Fomento, en el marco de la integración del ferrocarril en la ciudad. La elección se tomará el próximo mes de junio.

La Comunidad Autónoma se muestra partidaria de la idea más barata, en superficie; mientras que el Ayuntamiento ve "inviable" ambas iniciativas. Francisco Aznar, edil de Urbanismo, incide en que el AVE tiene que llegar bajo tierra para no "lastrar" el desarrollo urbanístico de la ciudad; asimismo, recalca que "Cartagena no puede esperar seis años para que el tren llegue soterrado".

Por su parte, el Gobierno regional reclama al Ministerio que el AVE llegue a Cartagena "sin más demora", y que se desarrolle su integración urbana definitiva en la ciudad, una vez descontaminados los terrenos de El Hondón. Por lo que el AVE llegaría en superficie en 2022. Tras esto, la Administración regional adelanta que "sería el momento de abordar la solución de integración definitiva que garantice la permeabilidad, fomente la expansión urbanística de Cartagena e impulse su crecimiento económico". Es decir, decidir si se soterra o no una vez que el tren ya esté funcionando, y tras haber descontaminado los terrenos de El Hondón.

En concreto, la opción del AVE en superficie traería el ferrocarril por debajo del actual viaducto de la autovía A-30, como llegan los trenes hoy en día a la estación. No obstante, Adif deja la puerta abierta a que, como actuación puntual, se soterre vía en ese tramo para favorecer la futura prolongación del Paseo Alfonso XIII. La entidad pública habla de "hacer un dimensionamiento adecuado al entorno, mediante una alternativa que solucionaría de manera satisfactoria los tráficos peatonal y rodado". Esta integración de la futura extensión del Paseo y de la línea ferroviaria encarecería la obra en cerca de 10 millones de euros y conllevaría posiblemente la desaparición del viaducto. Por otro lado, la opción del soterramiento contempla que se ejecute directamente la actuación o se lleve a cabo por fases, con una primera etapa en superficie y una segunda fase dedicada al soterramiento, de modo que ambas serían compatible con la llegada de la alta velocidad.