Estos días de viento es común ver cómo plantas rodaderas cruzan la arteria principal del polígono industrial de Los Camachos, la avenida del Carbono, como si aquello fuese un paraje despoblado del lejano oeste. Es paradójico que esta típica estampa que precede los lances de las películas western se dé en un lugar en el que los propietarios de los terrenos están «hartos» de batirse en duelo, «sin éxito», contra los políticos, locales y regionales, para conseguir mejoras para este polo industrial, tal y como apunta el presidente de la asociación que aglutina a las empresas de este enclave, Antonio Betancor.

Los empresarios han reclamado a la Comunidad Autónoma la cesión del edificio Contentpolis, que fue construido en Los Camachos en tiempos de bonanza por la Administración y aún no está terminado, con el fin de instalar allí su sede y crear un vivero de empresas. «Ahora han cambiado de consejero en el Gobierno regional, el anterior se comprometió a darnos 40.000 euros para equipar el inmueble, pero el nuevo que está ahora nos dice que no sabe nada del asunto», se queja Betancor.

Mientras que, por parte de la Administración local, Betancor critica que llevan varios meses esperando a que el Ayuntamiento de Cartagena instale unos semáforos en el cruce de Semilleros La Aparecida, con el fin de poder abrir el acceso del polígono más próximo a Cabezo Beaza, que lleva cerrado desde que se instalaron las primeras empresas en Los Camachos por ser un punto negro para la circulación.

Sin embargo, este «abandono» que denuncian los empresarios por parte de los dirigentes del Ayuntamiento de Cartagena y de la Comunidad Autónoma no ha conseguido lastrar el «futuro prometedor» que aseguran que tiene Los Camachos. Estos 'brotes verdes' se ponen de manifiesto en la reciente adquisición de parcelas por parte de nueve empresa. Los terrenos en cuestión, todos ubicados en la primera y segunda fase del polígono, es decir, la que ya está urbanizada, abarcan desde los 500 metros cuadrados hasta los 11.000 metros cuadrados.

Los empresarios del polígono justifican esta reactivación económica en la bajada del precio de las parcelas. Algunas se pueden adquirir incluso a partir de 40 euros el metro cuadrado, aunque apuntan que las mejores se venden a 95 euros el metro cuadrado, y que, el precio medio de estos terrenos ronda los 75 euros el metro cuadrado.

La mayoría de las parcelas recientemente adquiridas están destinadas a la creación o traslado de nuevas compañías, mientras que, al menos dos de ellas, han sido compradas por empresas que ya están instaladas en el polígono industrial. Se trata de Frigoríficos Morales, líder en la distribución de alimentos frescos y congelados, y el laboratorio farmacético de Martínez Nieto (Marnys). Por su parte, entre las nuevas empresas que se van a instalar figura una compañía local de construcciones metálicas, otra de movimientos de tierra, y una que hace piezas para el sector naval, entre otras.