El Claustro de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) se reunirá el lunes para debatir la propuesta de reestructuración de departamentos que estudia el Rectorado de la institución docente y que supondría reducir estas áreas un 40%, pasando de 25 a 15, según fuentes universitarias. La reunión se produce después de que el propio Claustro haya solicitado este debate, aunque en un principio no se dio el visto bueno a la reclamación.

Y es que, un amplio número de componentes de la comunidad universitaria han expresado su rechazo a la medida planteada por el Rectorado, al entender que «no existen razones objetivas que la justifiquen». De hecho, un comunicado del director de la escuela de Industriales, Patricio Franco, recoge que las votaciones efectuadas en los Consejos de Departamento de la Universidad arrojaron un 77% de votos contrarios a la medida y un 89% fueron favorables a que, en caso de llevarse a cabo una iniciativa de esta naturaleza debería formar parte de una reestructuración más amplia que abarcara la totalidad de los vicerrectorados, unidades y servicios, entre otros aspectos.

El propio Franco argumenta que «en la UPCT existe un malestar generalizado que ha sido desencadenado por la forma en que ha sido llevado a cabo este proceso desde el principio, sin atender las objeciones». «En realidad ni siquiera su debate en el Claustro debería ser suficiente, sino que una consulta a la totalidad de la comunidad universitaria podría ser lo más razonable», esgrime, aunque puntualiza que el Consejo de Gobierno de la Universidad es quien decide en última instancia este asunto, sea cual sea la resolución del Claustro.

No obstante, el director de Industriales va más allá y afirma que «las cifras aportadas desde Rectorado para tratar de justificar la reducción del número de departamentos se centran en una serie de datos sesgados que no sirven para argumentar el posible interés de esta iniciativa».

Sobre el aspecto económico, Franco también considera que, al parecer, no existe «ninguna razón de ahorro económico en esta medida, ya que el hipotético ahorro del 0,1% que como máximo se podría llegar a alcanzar se utilizaría para las nuevas figuras de coordinadores que contempla este propio proceso». «La reducción indiscriminada del número de departamentos supondría un perjuicio evidente», sostiene.

Finalmente, el director de Industriales lamenta que una medida de este tipo va en perjuicio de los estudiantes, ya que «supondría un empeoramiento de la atención que debemos ofrecer a nuestros alumnos, que es lo que debe ser nuestra principal preocupación como universidad pública».