Las alumnas de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) logran casi la mitad de los premios extraordinarios que reparte cada año la institución docente. En total, treinta estudiantes de la Politécnica fueron los ganadores de los premios extraordinarios de fin de grado, máster y doctorado, que entregó la Universidad el 28 de enero, con motivo de la celebración de Santo Tomás de Aquino. Entre los galardonados destacaron las alumnas, que consiguieron un 40% de las distinciones, pese a que las estudiantes representan únicamente el 28,3% del total del alumnado de la UPCT. Este último porcentaje va creciendo levemente año tras año.

«Vuestro esfuerzo diario, vuestra renuncia a alternativas quizá más lúdicas y el buen hacer de vuestros profesores están entre los factores que han propiciado vuestro éxito», comentó el rector de la UPCT, Alejandro Díaz, durante la celebración del acto académico que tuvo lugar en el Paraninfo de la Politécnica para festejar el día del patrón universitario.

Siguiendo esta tendencia, ayer se conoció que los tres mejores expedientes de la Escuela de Caminos y Minas de la UPCT corresponden a alumnas, pese a que los varones les duplican en número. Las tres estudiantes han conseguido contrato predoctoral (de la Fundación Séneca y del Ministerio de Educación) para iniciar el doctorado en Ingeniería Civil, Minería y Ambiental. Las agraciadas son las estudiantes Sonia Olmos, de 25 años y natural de La Unión; Francisca Marco, de 24 años y nacida en Abanilla; y Encarna Martínez, cartagenera de 23 años.

Cada una de las tres graduadas en Ingeniería Civil opta por especializarse en una rama distinta, dentro del doctorado que han escogido. Sonia Olmos afirmó que quiere dedicarse a la parte ambiental de esta carrera. Como ejemplo, cita que está muy interesada en analizar cómo influye en la vida diaria el uso masivo de plásticos. Así, expuso que, en especial, en cómo repercute este material en el ecosistema. «Quiero investigar sobre los efectos nocivos que tienen los plásticos cuando entran en nuestra cadena alimentaria a través del agua de riego», dijo la universitaria.

Todas prevén terminar su doctorado en tres o cuatro años. En este tiempo encaminarán su perfil profesional para convertirse en profesoras universitarias. Aunque, en el caso de Encarna Martínez, ella detalló que una vez finalizado el doctorado le gustaría formar parte de un equipo de consultoría en ingeniería, para complementar sus conocimientos técnicos con la experiencia laboral. Martínez sostuvo que ella se perfila más hacia la vertiente geotécnica de la carrera que ha estudiado. En concreto, definió que su interés se centra en estudiar las redes de flujo de agua en terrenos heterogéneos, bajo presas y estructuras de contención. Así, explicó la universitaria, su trabajo ayudaría a proteger y reforzar la seguridad de un terreno en función de los caudales de agua subterránea que hay en él.

Por último, Francisca Marco encamina su perfil profesional en la rama hidráulica. «Estoy estudiando los cuencos de edificación que hay aguas abajo de las presas. Sobre todo estudio los fenómenos que ocurren cuando el agua sale por el aliviadero de la presa. Los cuencos se construyen para evitar que la potencia del agua dañe el cauce natural del río. En concreto, para calcular la fuerza con que sale el agua para definir las dimensiones de los cuencos que son necesarios para disipar la energía», concluyó la universitaria.