Adentrarse en historias de piratas, vikingos y romanos. Introducirse en el mundo marino, conocer su fauna y su flora. Sentirse como un arqueólogo o un investigador subacuático. Todo esto es posible buceando entre libros, una iniciativa que pretende impulsar el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqua) enfocándose muy especialmente en el público más joven.

Y es que, desde ayer y a partir de ahora cada último domingo del mes, el centro museístico organiza una actividad matinal de diez a dos que invita a niños entre cinco y diez años a disfrutar de la lectura a través de los tomos de los que dispone en su biblioteca.

Teresa es la educadora que monitoriza toda esta programación lectora, que por el momento se alargará durante cinco sesiones, es decir, cinco meses. Según comenta, parten de un doble propósito: «El objetivo es fomentar la lectura entre los niños, así como difundir y divulgar los fondos de la biblioteca del museo».

Más que un cuentacuentos

Antes de que lleguen los pequeños, ella ya ha preparado una selección de 35 títulos orientados al público infantil y los ha dispuesto a lo largo de un expositor para que los niños sientan la libertad de cogerlos y hojearlos. Detrás del mostrador, un mural con dibujos elaborados por niños adorna el vestíbulo del centro, unas pinturas con motivo del Año Europeo del Patrimonio Cultural en el que nos encontramos y que confieren al espacio un aire ameno y lúdico.

El elegido para las actividades de ayer fue Ripios y adivinanzas del mar, un poemario de Fernando del Paso sobre el mundo marino del que Teresa fue recitando algunos versos mientras que los chavales se animaban y le pedían leer ellos en voz alta. «Después les he hecho algunas adivinanzas sobre el mar» como una forma de juego en equipo para resolver los enigmas que plantean sus páginas.

Teresa reconoció que ayer la afluencia no fue muy grande: «Hay que darle más difusión, pero esperamos que a las próximas jornadas venga más gente».

Admite que también le llegan «niños de uno o cuatro años que vienen con sus padres, o un chaval de once que directamente ha preguntado por libros de piratas». La educadora detalla que «no queremos que sea solo un cuentacuentos», por lo que para el próximo 25 de marzo ya tiene preparado un libro sobre la evolución de los barcos que irá acompañado de la elaboración de un navío mediante papiroflexia.

Esta actividad es gratuita y no requiere de inscripción previa.