La restauración del Castillo de los Moros, en el barrio cartagenero de Los Mateos, y la recuperación de su entorno se complican por la construcción de casas ilegales en las últimas décadas, según denuncian desde el proyecto municipal adscrito a un programa europeo de rehabilitación de fortificaciones, denominado Maps (Military Assets as Public Spaces), que ha logrado fondos de Bruselas para redactar un proyecto que sirva como primera piedra para el inicio de la puesta en valor y apertura al público de esta fortificación defensiva del siglo XVIII.

En concreto, denuncian la existencia de más de 200 viviendas que se han edificado en terreno público sin control alguno. «Aquello es casi chabolismo, las calles aparecen y desaparecen. Cada uno ha hecho lo que le ha dado la gana. Es un caos urbanístico», critica Francisco Sáez, uno de los coordinadores del programa. Desde la organización exponen que el lugar en el que están las viviendas es zona verde, según el Plan General de Ordenación Urbana vigente, que es el del año 1987.

En total, estiman que la finca de titularidad municipal que comprende al castillo y su entorno, incluidas las casas, abarca una parcela de 80.000 metros cuadrados. También hacen pública la necesidad de que la Consejería de Cultura defina el perímetro del Castillo que tiene que someterse a protección, al estar catalogada la fortificación como BIC. «El Castillo es un inmueble protegido, pero no su entorno. Todos los BIC tienen un área de protección alrededor suya menos éste», lamenta Sáez.

El equipo de Maps desvela que antes de iniciarse la década de los 80 se puso sobre la mesa un proyecto municipal para urbanizar toda esta zona, pero la idea cayó en saco roto al no haber fondos suficientes. Desde entonces, opinan, «los diferentes Gobiernos locales han mirado para otro lado, dejando abandonado a su suerte el entorno del Castillo». Así, Sáez apunta que «las casas son ilegales, pero, con el paso del tiempo, ningún dirigente se ha atrevido a derribarlas todas, como mucho ha habido alguna demolición puntual». Además, temen que con la redacción del nuevo Plan General de Ordenación Urbana de Cartagena se haga la «vista gorda» y se legalicen todas estas casas de «mala manera». Así, sostienen que «en las alegaciones del último Plan Urbano se dejó calificado aquello como una zona especial, para dejar las casas en pie, y más adelante estudiar una posible regularización. Los políticos siempre se han pasado la pelota, porque no quieren enfangarse y solucionar esta irregularidad».

El Castillo es un espacio abierto, no tiene techo, de modo que es como un gran patio. La idea que propone el grupo de trabajo de Maps es recuperarlo para que pueda ser utilizado para acoger conciertos, actividades culturales al aire libre, o incluso espectáculos de Carthagineses y Romanos, pese a que la fortificación es de la época de la Ilustración. Pretenden que el barrio sienta este castillo como suyo, y que la restauración sirva como motor de la dinamización de Los Mateos. El problema es que la financiación europea conseguida (65.000 euros) solo sirve para hacer un esbozo de lo que se necesita. Sus integrantes estiman que la intervención necesaria requiere un presupuesto de unos tres millones de euros. Por el momento, el Ayuntamiento está trabajando para elaborar un plan director de restauración, que sirva para presentar el Castillo a la convocatoria de subvenciones públicas. Mientras tanto, Maps va a portar sus conclusiones a vecinos y políticos después de Semana Santa, tras haber estado dando a conocer la fortificación de la época de la Ilustración en distintas ciudades europeas.