El portavoz del PSOE en la Asamblea Regional, Joaquín López, denunció ayer públicamente el «castigo permanente» del Servicio Murciano de Salud hacia los 25.000 vecinos de los barrios de San Antón, Nueva Cartagena, Media Sala y Urbanización Mediterráneo, «al retrasar injustificadamente la construcción de la segunda fase del nuevo centro de salud, que actualmente sólo cuenta con el servicio de Pediatría».

Por su parte, el portavoz del PP en el Ayuntamiento, Francisco Espejo, replicó que «fueron los concejales socialistas junto a MC Cartagena quienes bloquearon las obras de la segunda fase de este centro de salud por su incompetencia al desplazar la línea eléctrica, ya que tardaron nueve meses en retirarla». El edil del PP aseguró que «las obras comenzarán de forma inminente, la próxima semana, y dotarán al barrio de unas de las mejores infraestructuras sanitarias de atención primaria de la Región de Murcia.

Está previsto que se tarde 14 meses, estando finalizadas para abril de 2019. Asimismo, desde Sanidad apuntaron que en un futuro se van contemplar mejoras en la organización del centro de salud de Barrio Peral, aunque, debido a las limitaciones de espacio, avanzaron que no podrá ampliarse.

«Colapso» en el servicio

El socialista López destacó que «es intolerable el colapso que soportan los profesionales y pacientes en el centro de salud actual, donde diariamente son atendidas al menos 500 personas en un espacio precario y donde el personal médico y de enfermería dispone de consultas minúsculas». Por todo ello, López reclamó que la segunda fase, que el Gobierno regional «viene prometiendo reiteradamente, presupuesto tras presupuesto, deje de ser una mentira y se construya sin más dilación y sin engañar más a la población». El portavoz socialista advirtió de que «pese a que la Comunidad anunció hace tres meses el inicio de las obras, en el solar no hay ni siquiera el cartel anunciador, por lo que es normal que los vecinos desconfíen, ya que desde que iniciaron su reivindicación en 2004 sólo han recibido anuncios que nunca se materializan».

«El Gobierno regional ha contratado la ampliación del nuevo centro de salud por un importe de 1,4 millones de euros, cuando la empresa adjudicataria valora las obras en 2,8 millones, por lo que es previsible que no se puedan terminar», según López.