Casi un año ha pasado y al fin los vecinos de la barriada Virgen de la Caridad, conocida popularmente como Las 600, pueden celebrar el arreglo de la gran grieta que apareció en uno de los edificios de la calle Alcalde Carrión Inglés. Así lo explicó ayer el presidente del colectivo de residentes, Juan Gómez, quien indicó que la Concejalía de Servicios Sociales ha sido la que ha impulsado finalmente la actuación.

Una noticia festejada «a medias». Y es que, el propio dirigente vecinal señaló que ha sido «casi un año en el que el Ayuntamiento ha pasado de las familias que viven en el inmueble», dijo Gómez, quien reconoció el trabajo de los concejales de Cartagena Sí Se Puede (CTSSP) que «desde el primer momento se pusieron de nuestra parte y han conseguido que se desbloquee esta situación».

Aún así, el presidente vecinal puntualizó que «no se trata de una reforma al 100%, ya que sólo se va a actuar en la parte externa del edificio», es decir, los trabajos serán un «lavado de cara». Gómez reconoció que el 70% del problema se va a solucionar, pero en el interior de las viviendas seguirá estando mal, ya que la gran grieta también ha producido daños en los alicatados de cuartos de baño y en paredes de los pisos.

El representante de los residentes del barrio explicó que cuando la grieta se convirtió en un verdadero problema, hace un año -aunque apareció hace tres-, la primera postura del Ayuntamiento fue «que lo arreglara el seguro», pero «se trata de familias con escasos recursos para vivir, por lo que necesitan ayuda para hacer frente a todos estos gastos». «Ahora también dicen que el interior de las viviendas es cosa del seguro, pero los residentes vuelven a quedarse desamparados, pese al arreglo de la grieta», sentenció Gómez.

Mallas internas

Así, desde la Asociación de Vecinos lo tienen claro. «Ayudaremos en todo lo que podamos a las familias, como hemos hecho hasta ahora», dijo el presidente, quien recordó que durante todo el proceso han estado cerca de los residentes para ver qué necesitan y reivindicando las obras que ayer comenzaron y que, en principio, acabarán durante la jornada de hoy.

Sobre nuevas actuaciones, Gómez reconoció que no sabe si habrá algún proyecto en el edificio, ya que «la estructura no está dañada», aunque indicó que se ha hablado de instalar mallas internas para evitar que vuelva a suceder. Este periódico preguntó ayer sobre los trabajos de forma pormenorizada, pero no obtuvo respuesta alguna. El presidente vecinal avanzó que el lunes valorarán desde el colectivo los trabajos realizados y verán el siguiente paso. «No soy optimista; tengo la impresión de que es un parche y de que dentro de unos años volverá a dar el follón», dijo Gómez.

Y es que, según el dirigente, los problemas que ha ocasionado la bajante de agua, que ya había dado problemas en media docena de ocasiones antes de su última rotura y que provocó que el agua fuera calando en la fachada, hasta hacer un hueco por el que casi se podía ver el interior de una de las viviendas.