Agentes de la Policía Local de Cartagena detuvieron este lunes a un hombre, después de que una trabajadora de un comercio multiprecio del Polígono Cabezo Beaza denunciara que mientras se encontraba en su puesto de trabajo le había agarrado por detrás y la había llevado al almacén amenazándola con una navaja, donde le robó su teléfono móvil y le ordenó quedarse allí hasta que él se fuera del establecimiento.

Así, han informado desde el Consistorio cartagenero, la víctima del robo indicó que salió del almacén y vio que entraban personas al comercio, lo que provocó que el autor de robo saliera huyendo del establecimiento.

Según el atestado de los policías, la esposa del detenido llamó minutos después "visiblemente alterada" a la centralita para informar de que a su marido "se le había ido la cabeza". La mujer explicó a los agentes que durante la tarde iba con su marido y su hijo en el coche, cuando el detenido le dijo que iba a comprar algo en el establecimiento multiprecio.

De este modo, apuntan fuentes municipales, la mujer añadió que minutos después su marido salió del comercio muy nervioso y que al llegar a Cartagena le contó lo ocurrido y que se había arrepentido, así como que tenía la intención de entregarse. También contó que su marido se encontraba en un establecimiento cercano tranquilizándose.

Los agentes se hicieron cargo en ese momento del móvil robado y de la navaja con la que había intimidado a la dependienta, que les entregó la mujer.

Tras ello, señalan las mismas fuentes, el autor del robo con intimidación, declaró que estaba arrepentido y que se le había "ido la cabeza porque había cambiado de medicación", tras lo que los agentes procedieron a detenerlo.